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Corea del Sur solía ser un país bastante igualitario, hasta hace poco. En las últimas generaciones la movilidad social se ha reducido bastante, al igual que aumenta la desigualdad en las personas.Eso ha hecho que los surcoreanos hayan desarrollado incluso una teoría propia de las clases sociales para explicar su situación socioeconómica.
Hace unos años tuvimos el famoso vídeo en el que el artista surcoreano psy parodiaba el estilo de vida del distrito más lujoso de Seúl, Gangam. Esto junto con la extensión del K-Pop y los éxitos de las empresas surcoreanas como Samsung, LG o Hyundai han hecho que el resto del mundo empiece a interesarse un poco más por lo que pasa en Corea, una nación dividida y con una historia y cultura diferente a la de sus vecinos de China o Japón.
La teoría de las cucharas
Los jóvenes coreanos han creado la teoría de las cucharas, una teoría según la cual las personas tenemos una clase social u otra de la cuál es muy difícil salir, representado por cucharas de distintos materiales. Basándose en la expresión inglesa “to born with a silver spoon”, las clases sociales hablan sobre aquellos que han nacido con una cuchara de oro, y por tanto son la élite de la sociedad (el 0,1%), los que han nacido con una cuchara de plata y están por debajo (el 3%) y los que tienen una cuchara de bronce o cobre, y son el 8% de la sociedad coreana. El resto se quedan en las dirt spoon, o cucharas de tierra. Además estas clases se transmiten de generación en generación y de ella se habla incluso en canciones de K-POP.
La idea es que una familia de cuchara de oro tiene un patrimonio de más de dos mil millones de wones y unos ingresos superiores a los dos cientos millones (aproximadamente 1.536.000 y 153.500 euros respectivamente), una familia de cuchara de plata tendría mil millones de patrimonio e ingresos de 80 millones de wones (aproximadamente 768.000 y 61.500 euros respectivamente), y una familia de cuchara de bronce tendría un patrimonio de 500 millones y unos ingresos de 55 millones (aproximadamente 384.000 y 42.000 euros respectivamente).
Además estas diferencias se incrementan. Estudiando a hombres, entre los nacidos en 1940 y 1959, el 64% habían ido a la universidad si sus padres lo habían hecho y el 35,9% eran pobres padre e hijo, en los nacidos entre 1960 y 1974 estos datos eran de 79,7 y 36,4%, pero en los nacidos entre 1975 y 1995, los datos eran 89,6 y 50,7%. Es decir, la situación se está volviendo peor con el tiempo (aunque hay quién opina que no es tanto al comparar con otros países)…