Las empresas de EEUU ya no temen a los ‘tweets’ de Trump
Un día después de que General Motors anunciara el cierre de siete plantas, lo que suponía el despido del 15% de su plantilla en EEUU, el presidente estadounidense Donald Trump expresó una vez más su reacción vía tuit. El presidente aseguró estar «tremendamente decepcionado» con la consejera delegada de GM, Mary Barra, y dio a entender que el fabricante de automóviles debería devolver las ayudas que recibió hace una década.
Sus declaraciones fueron suficientes para hacer caer las acciones de GM, que habían subido cuando Barra anunció el plan de ahorro de costes. GM es la última compañía en recibir las arengas públicas desde el púlpito acusador de Trump; las anteriores fueron Nordstrom, Walt Disney y Harley-Davidson. Otras empresas, desde Chrysler a Steel Dynamics, han disfrutado de elogios a golpe de tuit, mientras que Google y Pfizer han sido objeto tanto de críticas como de aplausos. La costumbre de Trump de criticar las decisiones de las empresas que no sean de su agrado ha puesto al límite a algunos consejeros delegados, según Fred Foulkes, catedrático de la Universidad de Boston. «Ahora, las empresas con más exposición mediática tienen que pensar en la Casa Blanca antes de tomar alguna decisión», asegura. Aun así, casi dos años después de la llegada al poder de Trump, casi todos los consejeros delegados están llevando a cabo sus planes sin tener en cuenta el riesgo a las críticas. «Al principio los fabricantes de coches se mostraron inquietos por estar en el punto de mira de Trump, pero ahora parece que se han dado cuenta de que tienen que gestionar sus empresas como ellos crean conveniente con independencia de que sea o no del agrado del presidente», explica Michelle Krebs, analista de Autotrader. «Los ejecutivos tienen que pensar en el largo plazo. Se trata de compañías que se están preparando para la próxima década. Quién sabe qué persona ocupará la presidencia para entonces», añade Krebs…