La quiebra de Thomas Cook provocará el cierre inmediato de 500 hoteles
La quiebra de Thomas Cook ha asestado un golpe muy importante al sector hotelero. Las primeras estimaciones oficiales cifran en 200 millones el importe de la deuda pendiente de cobro acumulada desde la suspensión de pagos. “Será mucho más. Solo la suma de ocho cadenas roza los 100 millones. Creo que superará con creces esa cifra”, recalca Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, que representa a 15.000 establecimientos.
En una entrevista con Cinco Días, Molas recalca que el verdadero problema vendrá a partir del 6 de octubre, último día de la repatriación de los turistas atrapados por el cierre de Thomas Cook y último día en el que los seguros cubrirán los gastos a los viajeros desplazados por el turoperador británico. “Hay 500 hoteles que van a cerrar de forma inmediata por la quiebra de Thomas Cook y la situación puede empeorar si el Ejecutivo no toma medidas de forma inmediata”, alerta. De esos 500 hoteles, 100 de ellos dependían en exclusiva del turoperador británico, mientras que en los otros 400, el volumen de clientes oscilaba entre el 30% y el 70%”. Molas pone como ejemplo de ese impacto un establecimiento de Fuerteventura, que había estrenado en febrero una reforma de 20 millones de euros, en la que había construido un club exclusivo para Thomas Cook. “Ahora tiene 700 habitaciones abiertas que van a estar vacías el 7 de octubre y va a tener que despedir a sus 200 trabajadores porque no tiene margen para buscar alternativas”. De esos 500 hoteles afectados por la quiebra de Thomas Cook, los destinos turísticos más dañados son Canarias y Baleares, con un 40% de la planta hotelera afectada, seguida por la Costa del Sol, con un 20%, y Cataluña y Comunidad Valenciana, con un 10%.
Para paliar esa situación, la patronal ha diseñado un plan de choque que va a presentar a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en el próximo Consejo Español de Turismo, previsto para el 7 de octubre, con una prioridad: solucionar la conectividad aérea con Canarias. “Empieza la temporada alta y Thomas Cook proporcionaba el 30% de la capacidad aérea y contratación de camas dese Reino Unido, Alemania, Escandinavia, Holanda o Bélgica”. Los cálculos de la patronal hotelera cifran el coste de la pérdida de Thomas Cook en 1,3 millones de asientos de avión, con dos aeropuertos especialmente perjudicados: Tenerife, con cerca de 350.000 asientos y Lanzarote, con 220.000. “El Gobierno debería llamar al consejero delegado de Ryanair, Michael O´Leary, para que se replanteara el cierre de las bases de Gran Canaria, Tenerife Sur y Lanzarote a partir del 8 de enero. Es fundamental que la primera lowcost europea siga apostando por España”, recalca Molas.