«La inversión verde no es una moda, ha venido para quedarse»
La división de finanzas sostenibles del banco holandés ING destinó en 2016 34.300 millones de euros a este cometido, de los que 14.300 millones fueron a adquisición de activos y 20.000 millones a la mejora de las estructuras de pasivo de diferentes compañías e instituciones. Se trata de una de las entidades más activas en la materia, según Naciones Unidas.
ââ¬â¿Son una moda los bonos verdes?
ââ¬âEn absoluto. Han venido para quedarse. Empezó hace unos 20 años y al principio era una cosa muy minoritaria. En ING hace años que nos interesamos por este tipo de productos, más que nada porque nuestros clientes también lo hicieron. El cambio climático y la sostenibilidad están en los primeros puestos de interés en la mayoría de las empresas.
ââ¬âEn España una de las empresas pioneras en la emisión de bonos verdes es Iberdrola. ¿Es una especificidad española o es generalizado entre las grandes energéticas?
ââ¬âLas energéticas, en general, están siendo muy activas en renovables y este hecho hace que puedan emitir deuda para obtener fondos que destinarán a proyectos de energía verde, como la solar y la eólica. En cambio para el resto de compañías quizás es más difícil explicar el proyecto concreto para el que quieren destinar los fondos aunque algunos lo han hecho, como es el caso de Starbucks, que acaba de emitir bonos sociales para mejorar las condiciones de vida de sus proveedores de café.
ââ¬âSiguiendo con el tema de las empresas en el caso de Abertis por ejemplo, ¿qué proyectos verdes tiene una empresa de peajes?
ââ¬âEs el mismo caso que Gas Natural. Nosotros miramos la situación global de las compañías, su rating y las perspectivas económicas y en materia de sostenibilidad. Todas las empresas son mejores cuanto más sostenibles son y eso les permitirá ser las líderes de la economía del mañana. Nosotros invertimos en estas compañías porque es una manera de unir fuerzas.
ââ¬âLas empresas sostenibles serán líderes a medio plazo y, entonces, ¿los bancos que las apoyan también?
ââ¬âEfectivamente, es una oportunidad de negocio para los bancos pero es porque estamos todos algo así como en el mismo barco, en el sentido de que estamos en un sector muy competitivo y lo que queremos estar es seguros de que nosotros estaremos ahí. Creemos en la necesidad de apoyar a todo el mundo que quiere y trabaja para que el mundo en el que estamos todos, incluidos los bancos, sea mejor.
ââ¬â¿Qué peso tienen los mercados español y portugués para ING, hay muchas empresas pensando en inversiones verdes?
ââ¬âSí. La cartera de proyectos que hemos financiado va desde la construcción de edificios verdes a instalaciones de energía renovable en empresas muy variadas, desde Iberdrola a la Comunidad de Madrid pasando por Gas Natural entre otros. Es un mercado muy importante para ING.
ââ¬â¿Qué diferencia el mercado español en este asunto del francés o del holandés, que supongo que es el que mejor usted conoce?
ââ¬âEfectivamente mi país, Holanda, tiene mucha tradición en materia de sostenibilidad, y eso está en las raíces de ING. El nivel de interés es diferente en función de los países y en el caso de España hay mucho, al igual que en Francia y en Asia también, pero España está sin duda entre los países más avanzados en la materia.
ââ¬â¿Ha tenido alguna influencia en este mercado la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos y su decisión de retirar a su país de los acuerdos del clima de París?
ââ¬âEs interesante porque en este caso los líderes de las empresas americanas siguen adelante con su hoja de ruta en materia de sostenibilidad, incluso algunas que no estaban preocupadas por este concepto ahora empiezan a tenerlo en cuenta. En octubre estuve allí visitando clientes y nunca había visto la preocupación por este asunto en niveles tan elevados.
ââ¬â¿En qué tipo de empresas?
ââ¬âMuchas dedicadas a la agricultura, a la tecnología y al agua, entre otras. Todas las empresas, al margen de que trabajen o no en el sector de la energía, quieren ser sostenibles.
ââ¬âEn materia de certificiaciones, ¿qué garantía tienen los inversores?
ââ¬âCada vez hay está más estandarizada la certificación. En el caso de los bonos verdes es curioso pero son los inversores los que determinan, por decirlo así, el grado de «verdor» que tienen que tener las empresas ya que hay algunos que aplican criterios muy estrictos de inversión y otras menos. En cualquier caso, las certificaciones son muy serias y no hay ningún problema por ese lado.
ââ¬â Volviendo a España, ¿en qué sectores pone el foco ING a la hora de invertir?
ââ¬â La energía renovable es sin duda muy importante, la construcción ecoeficiente, infraestructuras y operadores de transporte, entre otros muchos.
ââ¬â ¿Hay inversiones verdes suficientes para atender una demanda creciente?
ââ¬â Los inversores demandan cada vez más bonos verdes y no hay suficientes en el mercado. La cuestión es que no se trata solo de inversores individuales ni mucho menos, sino que hay grandes fondos tipo Black Rock que tienen la obligación de invertir en bonos verdes.
ââ¬âAdemás de los bonos verdes están los sociales, ¿cómo se miden?
ââ¬â En general, estos bonos se destinan a mejorar las condiciones de vida de las personas, como es el caso de Starbucks y los bonos que ha emitido para mejorar la situación de los agricultores que cultivan el café en sus países de origen. En el caso de Europa se destinan por ejemplo a proyectos de creación de empleo, para crear servicios sanitarios o de educación para determinadas comunidades.
ââ¬â ¿También hay certificaciones para los bonos sociales?
ââ¬â Se manejan una serie de indicadores sociales que usamos para identificar los proyectos que pueden ser objeto de inversión pero, en cualquier caso, todos tienen auditorías externas.