La economía catalana no recupera el tono previo al 1-O dos años después
El segundo aniversario del referéndum secesionista celebrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017, que se cumple mañana, llega en un renovado clima de tensión susceptible de ir a más ante la inminente sentencia del Tribunal Supremo por el juicio a los líderes políticos regionales que organizaron aquella consulta. El Parlament aprobó el jueves resoluciones en defensa de la desobediencia civil e institucional, la amnistía de los dirigentes del procés si son condenados o la salida de la Guardia Civil de Cataluña, que el Gobierno central en funciones estudia impugnar a la vez que el debate independentista gana terreno en la precampaña de la repetición electoral. Y, mientras la discordia política vuelve a escalar, las cifras revelan que la economía catalana aún no ha recuperado el vigor perdido hace dos años.
“La incertidumbre que ha generado el procés en las expectativas de las empresas, tanto en las que están allí como en los inversores de fuera, ha generado una pérdida de dinamismo de la economía catalana que tradicionalmente ha sido más dinámica que la española y ahora no lo es”, dice Gonzalo García, de Analistas Financieros Internacionales AFI).
Así, según los datos del Colegio de Registradores, entre 2017 y mediados de 2019 han salido de Cataluña 5.454 empresas, frente a las 1.374 compañías que se han establecido en la región. Cataluña ha perdido por tanto 4.080 compañías, incluyendo a gigantes como CaixaBank, Sabadell, Gas Natural, Abertis, Cellnex, Colonial o Catalana Occidente, que han optado mayoritariamente por establecerse en Madrid (2.939), Comunidad Valenciana (616), Aragón (409) y Andalucía (403). Por ponerlo en contexto, Madrid arroja un saldo positivo de 2.467 firmas en el mismo periodo.
Bien es cierto que esta fuga, siendo sintomática, responde básicamente al traslado de sedes sociales, sin impacto en la actividad real de las compañías en la región. El índice de confianza empresarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja, sin embargo, un desplome en la región coincidiendo con el referéndum, desde el que tan solo se han dado dos trimestres por encima de la media española.