Italia, ¿El nuevo enfermo de Europa?
Italia vive una situación económica que preocupa a Bruselas, con una deuda pública disparada, un crecimiento económico estancado, una preocupante morosidad y un referéndum a la vista que concede un mayor riesgo político al país.
Incluso está sonando el término «Italexit», como referencia a un mal por venir del país dentro de la moneda única con la confluencia de todos estos riesgos. Asimismo, a diferencia de Grecia, Italia al ser la tercera economía de Eurozona se le considera «No rescatable», siendo uno de los grandes riesgos en el euro.
Seguidamente vamos a ver en detalle los factores más relevantes de la economía italiana, así como, qué países están más expuestos a la deuda del país transaplino.
Deuda pública del 133% sobre PIB
La deuda pública era de alrededor de 100% del PIB en el momento de la adhesión del euro y en la víspera de la crisis financiera mundial, y desde entonces ha escalado a casi el 133% del PIB, el segundo más alto en la zona euro, sólo por detrás de Grecia.
El país debe a sus acreedores 2,2 billones de euros. Y debemos de tener en cuenta que los tipos de interés están excepcionalmente bajos y que el BCE está manipulando en mercado de bonos con su QE. Pero… ¿Cómo se refinanciará la deuda pública italiana cuando la burbuja de bonos pinche?
La agencia de calificación S&P ha fijado la calificación más baja en Italia de las tres agencias principales, sólo un punto por encima del bono basura en BBB-, pero con una perspectiva estable. Por su parte, Moody»s mantiene el rating en Baa2, mientras que Fitch tasas lo establece en BBB+.
Crecimiento estancado
En 2015, la economía italiana comenzó a recuperarse **después de tres años de recesión. **Se expandió sólo un 0,8%, a pesar de un entorno de política monetaria excepcionalmente laxa, disminución de los precios de las materias primas, y la mejora de la confianza sobre los esfuerzos de reforma por las autoridades.
A pesar de la recuperación, para nada es una recuperación intensa en el país transalpino. El crecimiento trimestral se redujo en el transcurso de 2015 al finalizar el año en un total desestacionalizado de 0,2% respecto al trimestre anterior y se recuperó ligeramente a Un 0,3% intertrimestral en el primer triemestre de 2016.
Uno de los pilares de la recuperación es el consumo privado. No obstante, después de varios años que las exportaciones netas contribuyeron positivamente al crecimiento, las exportaciones netas son ahora un lastre en el crecimiento como la desaceleración de la demanda mundial que pesa sobre las exportaciones mientras que las importaciones se recuperan.
Como dato interesante, desde que se inició el proyecto de la moneda única en 1999, los estados miembros han crecido un 22%. Por su parte, Italia ha crecido un 4,4% en estos años, una cifra que es incluso peor que Grecia ya perdió una cuarta parte de su PIB desde 2007.
Para el FMI, el crecimiento del PIB real italiano se estima en un 1,1% en 2016 y alrededor de 1,25% en 2017-18, con el apoyo de las políticas monetarias y fiscales expansivas y los continuos bajos precios del petróleo. Bajo las proyecciones,la economía italiana no se espera que vuelva a su nivel anterior a la crisis (2007) hasta mediados de la década de 2020.
Morosidad bancaria italiana por las nubes
El índice de morosidad en Europa ha estado en aumento durante los últimos años. Sin embargo, los bancos italianos en particular están sufriendo específicamente un alto índice de morosidad. El índice de morosidad en Italia se encuentra en niveles tan extremos que el país podría convertir la crisis del euro en noticia de primera plana de nuevo.
El país alpino, en la actualidad mantiene 360.000 millones de euros en créditos morosos, un 18% del total, una cifra que representa el 22% del producto interno bruto de Italia, desestabilizando el sistema bancario italiano y en consecuencia a la economía y sus perspectivas.
Los altos índices de morosidad están afectando negativamente a la solidez de la banca italiana. De hecho, los márgenes de los bancos italianos se encuentran entre los más bajos de Europa, lo que influye en la capacidad de conceder crédito.
Como consecuencia de estos riesgos, la valoración bursátil de los valores bancarios italianos se ha reducido significativamente en lo que va de año. El Banca Monte dei Paschi di Siena lidera las pérdidas desde enero con una caída del 80,76%. Además, la mayoría de entidades italianas se han desplomado más de un 50%: Banco Popolare (-77,21%), Ubi Banca (-61,61%), Banca Popolare di Milano (-59,01%), Unicredit (-57,43%) y Banca Popolare dell Emilia e Romagna (-51,22%)
Referéndum a la vista
Matteo Renzi, el primer Ministro, ha propuesto un referéndum nacional sobre la reforma constitucional que los observadores temen que sea la primera piedra de un camino parecido al Brexit, con un resultado inesperado que llevará a una gran inestabilidad política en el país.
Entre las medidas más controvertidas de la reforma está rebajar los plazos de aprobación de leyes. Esto implica deshacerse de sistema «bicameral», que otorga al Congreso y al Senado el mismo grado de poder, cuya razón de ser originaria era evitar la concentración de poder en una camara.
Este proceso democrático es visto como una manera para que los italianos puedan canalizar su descontento general con la clase política. Por su parte, Renzi se comprometió en primer lugar ante los votantes que dejaría la política si finalmente el referéndum no tuviera la aprobación de la sociedad italiana. No obstante, recientemente ha asegurado que «Cometí un error al haber dicho que era un referéndum sobre Renzi».
Las fechas clave para la resolución de los mayores riesgos políticos de Italia son por un lado el referéndum constitucional está previsto para noviembre, mientras que por el otro lado, las elecciones generales deben ser celebradas a más tardar en mayo de 2018.
Exposición de los países a la deuda italiana
Alta deuda pública, crecimiento raquítico, debilidad del sistema financiero y el referéndum a la vista es un cóctel muy peligroso para Italia que podría sufrir una dura crisis derivada de estos factores que finalmente llevaría a un desplome en el mercado de bonos con aumento de las TIR»s.
Cuanto más cayeran los precios de los bonos, los balances de las entidades bancarias quedarían más deteriorados ya que tienen una gran parte de estos bonos, lo que nos llevaría a una estampida de los bonos italianos.
El efecto contagio iría más allá de las costas italianas… La exposición total de los bancos franceses a la deuda italiana supera los 250.000 millones de euros. Este importe es el triple de la cantidad de exposición de la segunda nación europea más expuesta, Alemania, cuyos bancos mantener 83,2 millones de euros en bonos italianos.
El Deutsche Bank es el único que tiene más de 11.760 millones euros en bonos italianos en sus registros. Los otros sectores de la banca con mayor riesgo de contagio serían España (44,6 mil millones), los Estados Unidos (42,3 millones), el Reino Unido (29,8 millones) y Japón (27.6 millones).
De hecho, ante la percepción del riesgo italiano, se ha producido un cambio sustancial entre los diferenciales del bono español y el bono italiano a diez años. Si en los últimos años la rentabilidad del bono italiano se situaba por debajo de la del español, actualmente, el bono español cotiza bajo una TIR del 0,939% y el bono italiano con una TIR del 1,159%…