Invertir en tiempos de pandemia: así cambia el juego
Las cartas de navegación de la Edad Media incluían en los confines conocidos de los mares una leyenda, terra ignota, acompañada de la ilustración de un dragón. Esa era la advertencia para aquellos marineros que osaran ir más allá. Y esa es la sensación que tienen los inversores cuando analizan las implicaciones que va a tener la pandemia del coronavirus Covid-19.
¿Ha tocado suelo la Bolsa o puede seguir cayendo? ¿Qué sectores y países pueden salir mejor parados del descalabro económico? ¿Las estrategias basadas en dividendos siguen teniendo sentido? ¿Qué clase de bonos puede ser una buena opción de inversión? Estas son algunas de las preguntas que se hacen, desde las mesas de tesorería de los gigantes financieros de Nueva York, hasta los propietarios de pequeños planes de pensiones, pasando por los despachos de banca privada de las mejores firmas de Ginebra.
“La crisis actual no tiene precedentes, pues su causa no es económica ni financiera sino sanitaria. No estamos viviendo un colapso del mercado como consecuencia de un pinchazo de una burbuja, como en el año 2000, ni una crisis de deuda, como en el año 2008. Las circunstancias son diferentes. Para invertir en este entorno debemos repensar las fórmulas que funcionaron en el pasado y adaptarlas a la nueva realidad; solo así podemos sobrevivir, primero, y rentabilizar, después”, explica gráficamente José María Díaz Vallejo, gestor del fondo Rentamarkets Narval.
Los mercados financieros están viviendo una situación sin precedentes en los últimos cien años. Han pasado desde los máximos históricos a lo que se puede considerar el mercado bajista más rápido de la Historia. La caída ha sido del 34% en el índice S&P 500, como la del Lunes Negro de 1987, cuando cayó 34%, pero esta vez ha sido más rápida.
El desplome en las cotizaciones de las acciones ha llegado a ser tal, en las últimas cinco semanas, que las de Italia o Japón muestran rentabilidad negativa real (después de inflación) en 33 y 34 años, en España los últimos 22 años. De hecho, el 90% de los mercados globales de acciones muestra rentabilidad negativa real los últimos diez años.Las acciones globalmente están cerca del punto más barato de los últimos 20 años. Más baratas incluso que en plena crisis de Lehman Brothers. Las de Reino Unido y sector de energía ya están en su punto más barato de toda su historia y también está cerca de tal punto el sector financiero.
Ante este desolador panorama, ¿qué hacer? ¿Dónde y cuándo invertir? Respecto al momento, la mayoría de analistas considera aún precipitado lanzarse a comprar Bolsa. El impacto real que va a tener la pandemia sobre la economía global es aún incierto. Los más optimistas miran hacia Oriente, con China, Hong Kong o Singapur volviendo poco a poco a la actividad. Los más pesimistas miran más allá del cabo Finisterre, hacia Estados Unidos, y advierten de que la distorsión que va a crear el Covid-19 puede ser mucho mayor de lo esperable. Baste un dato: 3,3 millones de personas han solicitado en la última semana el subsidio por desempleo en EE UU, frente a las 281.000 de la semana anterior. El récord histórico previo era de 695.000 solicitudes, hace 37 años. Y eso que el ciclón coronavirus apenas acaba de tocar las costas norteamericanas.
Para saber en qué momento van a calmarse los mercados hay que estar pendientes de tres variables, apuntan desde el equipo de análisis de la gestora Amundi:
Cuándo empieza a frenarse la expansión global de la pandemia y se levantan las medidas de restricción.
Si son efectivos los programas masivos de política monetaria y fiscal.
Si se están estabilizando los bonos a corto plazo.
Peatones contemplando una tabla con cotizaciones bursátiles, en Tokio.
Peatones contemplando una tabla con cotizaciones bursátiles, en Tokio.
Afp
Si las medidas de confinamiento funcionan en Europa y Estados Unidos, la pandemia debería alcanzar su pico el próximo mes y empezar a caer el número de contagios. “Nos estamos moviendo en esta dirección, pero aún no hemos llegado allí y a corto plazo solo podemos esperar un alivio temporal de la extrema dislocación de mercado más que una recuperación completa y estable”, concluyen los expertos de Amundi, la mayor gestora de la eurozona.
La Gran Crisis
“Seguimos cautelosos con los activos de riesgo a corto plazo. La recesión mundial probablemente sea corta pero también va a ser la más intensa que se recuerde. Los mercados descuentan una crisis de la misma dimensión de la crisis financiera de 2008 y la posterior Gran Depresión, lo que puede traer efectos secundarios a largo plazo”, explica Luca Pasolini, estratega jefe de la firma Pictet Asset Management.
Este analista considera que, a corto plazo, los activos que mejor se van a comportar serán el oro y las acciones defensivas, especialmente las del sector farmacéutico. Aunque muchos inversores creen que las Bolsas aún no han tocado fondo, la mayoría sigue considerando que a medio y largo plazo será el activo que mejores retornos va a ofrecer.
Beltrán de la Lastra, director de inversiones de Bestinver.
Beltrán de la Lastra, director de inversiones de Bestinver.
La inversión en acciones que pagan altos dividendos está generando debate entre los expertos. Por una parte, la expansión sine die de los bajos tipos de interés por parte de los bancos centrales hace que este tipo de estrategia, generadora de rentas, sea una alternativa a los bonos, como ha pasado en los últimos años.
Sin embargo, “tradicionalmente, los mayores pagadores de dividendos en la industria petrolera y la industria bancaria parecen particularmente vulnerables en este momento, y podría ser más probable que recorten los dividendos en este entorno”, reflexiona Richard Carlyle, director de inversión en Bolsa de la firma Capital Group.
En España, Banco Santander y CaixaBank anunciaron esta semana que suspendían o recortaban el pago del dividendo en 2020 y cada vez hay más presión por parte de reguladores y patronales para que el resto de entidades financieras sigan ese mismo camino.
Industrias ganadoras
Confiar, entonces, en la retribución al accionista del sector bancario o el petrolero es demasiado optimista. En cambio, sí que hay otras industrias que están destacando claramente en estos primeros compases de la crisis global del coronavirus. El sector de la tecnología de la información ha resistido bien durante el desplome bursátil. El precio de las acciones de las empresas de comercio electrónico como Amazon casi no ha cambiado este año, ya que se benefician de la demanda extra de su servicio de entrega a domicilio y de los servicios web que proporcionan.
“El Covid-19 va a acelerar una serie de tendencias a largo plazo ya existentes”, vaticina Carlyle, de Capital Group. “Los servicios digitales como las redes sociales y el entretenimiento en el hogar seguirán teniendo una mayor demanda, al igual que las empresas que venden aplicaciones y programas para trabajar desde casa deberían beneficiarse y los negocios de pagos sin dinero en efectivo seguirán funcionando bien mientras aumentan las compras online”.
Por países, una de las paradojas que ha emergido con la debacle bursátil es que los mercados emergentes lo están haciendo mejor que las economías desarrolladas. “Es la primera vez en mi carrera que los mercados emergentes han sido un factor defensivo durante una crisis”, apunta Carlyle. En este periodo, las empresas multinacionales chinas especializadas en comercio electrónico, Internet y tecnología, como Alibaba y Tencent, se benefician del aumento de la demanda de sus servicios.
También las gestoras de fondos españoles mantienen posiciones encompañías con presencia en China. “Una de nuestras principales posiciones es la firma británica Informa, especializada en inteligencia de negocios y exposiciones”, explica Beltrán de la Lastra, director de inversiones de Bestinver. “Esta firma tiene un volumen de negocio muy importante en China. Y ya estamos viendo que, tras sufrir la cancelación de eventos en los últimos meses, está recuperando poco a poco la normalidad”.
De la Lastra, uno de los gestores más respetados de España, también incide en dos factores esencial ahora cuando se invierte: la solvencia de las compañías y la visibilidad del negocio. “Informa tiene unas cuentas muy saneadas y una posición única en un mercado creciente. Comprarla ahora con descuentos del 60% nos parece una excelente oportunidad de cara al futuro. Los inversores tienen que tener ahora mucho más claro que nunca que lo más importante al invertir es tener claro el largo plazo”.
En Rentamarkets la visión es muy similar. “Hemos revisado todas nuestras tesis de inversión para comprobar dos puntos importantes: primero, que los balances de las empresas sean fuertes y capaces de aguantar una recesión severa y, segundo, que la posición competitiva de nuestras compañías salga reforzada de la crisis cuando ésta termine”, explica Díaz Vallejo, gestor del fondo Narval.
En renta fija la situación es, si cabe, más compleja que en Bolsa. Los monumentales programas de estímulos van a hacer que se disparen la deuda y el déficit de muchos países. Solo los bancos centrales podrán evitar que se disparen las primas de riesgos. Muchos analistas avisan de que, en unos años, puede haber impagos en muchos bonos. Desde Credit Suisse recomiendan apostar por los bonos emitidos por el Tesoro de Estados Unidos, pero ligados a la inflación; por los bonos de grandes corporaciones de Latinoamérica y por la deuda de promotores chinos. Activos originales, para un tiempo nuevo en que todas las leyes de la inversión están también en cuarentena.