Ghosting en el trabajo: cuando es más fácil “esfumarse” que renunciar a un empleo
Con tácticas que van desde fingir sus propias muertes hasta contratar a personas para que hablen con sus jefes en su lugar, desaparecer del trabajo sin dejar rastro es ahora un método común de renunciar al trabajo. Pero tiene sus riesgos.
Yuichiro Okazaki y Toshiyuki Niino son buenísimos cuando se trata de dejar un trabajo. De hecho, en los últimos 18 meses han renunciado a cerca de 1,500 empleos.
Sin embargo, la pareja con sede en Tokio no está abandonando sus propios puestos, son los fundadores de una nueva empresa que ofrece un servicio personalizado a los empleados que desean renunciar pero necesitan un poco de ayuda.
“La mayoría le tienen miedo a sus jefes“, dijo Okazaki en el episodio de Ghosting at Work del programa de radio de la BBC Business Daily.
“Ellos saben que sus jefes les van a decir: ‘No, no puedes renunciar’. Creo que es por la cultura de Japón, renunciar es algo malo. Cuando quieren renunciar se sienten como una mala persona“.
Y ahí es donde entra Senchi S y su servicio para renunciar, Exit, que por US$457 llaman al jefe del cliente y le entregan una renuncia por poder…