Formación continua: concepto y beneficios
En los negocios de hoy, la única constante es el cambio. Para mantenerse al día y seguir siendo competitivas, las compañías necesitan actualizar continuamente sus sistemas, ayudar a mejorar su capital humano e implementar nuevas tecnologías. La formación continua es parte de este plan y una de las herramientas más efectivas para mantener el crecimiento en este mundo en rápido desarrollo.
Todas las organizaciones que se plantean como meta maximizar el valor de sus recursos humanos necesitan encontrar la forma de introducir el aprendizaje continuo en su cultura corporativa.
¿Qué es la formación continua?
La formación continua hace referencia al desarrollo constante de habilidades y conocimientos en respuesta a los cambios en el lugar de trabajo.
Este enfoque de aprendizaje llega para resolver una necesidad que suele surgir de forma más evidente en los empleados de alto rendimiento. Este perfil se caracteriza por necesitar absorber continuamente nuevos conocimientos, ampliar sus conjuntos de habilidades y utilizar estos activos para respaldar los objetivos de la organización.
No son los únicos empleados que se puede beneficiar de la formación continua y, por eso, la función de la empresa es crear un entorno que ayude a todo su personal a aprender y crecer constantemente.
El aprendizaje continuo es beneficioso para todos los empleados y las empresas. Permite que los equipos sean más productivos y valiosos para la organización y ayuda a la empresa a crear una fuerza laboral altamente cualificada y más comprometida.
Por qué puede la formación continua ayudar a impulsar el crecimiento del negocio
La formación continua de los empleados puede generar una serie de beneficios potenciales para la empresa:
Rendimiento y productividad mejorados. La capacitación brinda a los empleados una mejor comprensión de sus responsabilidades dentro de su rol y les ayuda a saber cómo lograr resultados positivos. Esto facilita que enfoquen su trabajo de manera más productiva en el día a día, respondan más rápidamente a las necesidades de los clientes y satisfagan las demandas futuras en el mercado de manera más efectiva.
Ventaja competitiva. Al obtener constantemente nuevos conocimientos y desarrollar habilidades, los miembros del personal se mantienen actualizados con los cambios que se producen en la industria. Los empleados que sean competentes y estén al tanto de los estándares cambiantes de su sector ayudarán a su empresa a mantenerse por delante de la competencia.
Mayor retorno de la inversión. La formación continua de los empleados requiere cierta inversión, pero si está dirigida a los objetivos de negocio de la empresa, puede haber una rápida recuperación. La inversión inicial se puede recuperar a través de un mejor desempeño de los empleados y un aumento en los ingresos.
Además de estas ventajas tan importantes, el aprendizaje continuo repercute directamente en la moral de los empleados favoreciendo una reducción de la rotación. La capacitación corporativa puede aumentar la retención de empleados al mostrar que la empresa invierte en el aprendizaje de la plantilla.
De hecho, la capacitación es una excelente manera de retener a los perfiles más valiosos, especialmente en el caso de las empresas que buscan constantemente nuevos talentos. ¿Sabías que muchos millennials no aceptarían trabajar para empresas que no ofrecieran oportunidades de aprendizaje y desarrollo?
Por último, a favor de la formación continua de la plantilla está la satisfacción del cliente. Los empleados cualificados y comprometidos que interactúan con los clientes terminan generando a los mayores defensores de la marca. Saben cómo presentar un producto y están entusiasmados al tratar con el público. Esto mejora la experiencia del cliente y aumenta su lealtad. ¿Necesitas más razones para poner en marcha un programa de este tipo?