¿El mundo avanza por el camino correcto?
El pesimismo podría ser la profecía que se cumple a sí misma. En su libro «Enlightenment Now: The Case for Reason, Science, Humanism and Progress» el científico cognitivo Steven Pinker analiza estudios recientes y descubre que las grandes mayorías en 14 países —Australia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Gran Bretaña , Hong Kong, Malasia, Noruega, Singapur, Suecia, Tailandia, la Unión de Emiratos Árabes y Estados Unidos—creen que el mundo va cada vez peor y no mejor. (China es el único país grande en el que la mayoría expresa optimismo.) «Esta sombría evaluación del estado del mundo está equivocada,» escribe Pinker—y no algo equivocada sino muy equivocada».
Como nuestras ideas sobre progreso humano son tan vagas, es tentador pensar que no importan. Pero la cuestión de si la vida está mejorando o empeorando podría ser un debate con consecuencias. Ha afectado la política, dice Pinker, alentando a los votantes a elegir líderes inexpertos «con una visión oscura del momento actual». Cita el discurso inaugural de Donald Trump, donde el presidente habla de «madres y niños atrapados en la pobreza… un sistema educativo que deja a nuestros jóvenes y hermosos estudiantes privados de todo conocimiento. . . y el crimen, y las bandas y las drogas.»
En realidad, la pobreza, el crimen y el abuso de drogas están declinando en Estados Unidos, y el sistema educativo, aunque con fallas, es uno de los mejores del mundo. Creer que el mundo está cada vez peor, dice Pinker, puede realmente volverlo peor. También es posible llevar ese razonamiento hasta el extremo y ser radicalmente pesimistas sobre las consecuencias del pesimismo. En «Suicide of the West» el intelectual conservador Jonah Goldberg dice que los activistas progresistas — convencidos de que la civilización occidental ha llevado a un mundo peor — están desmantelando sistemáticamente las instituciones fundamentales para una sociedad liberal, como son el individualismo, el capitalismo y la libertad de expresión…