EE.UU. continúa siendo el epicentro de la pandemia de COVID-19
El número de casos positivos de coronavirus (COVID-19) ya ha superado los 3.6 millones en Estados Unidos (EE.UU.) y la situación empieza a ser insostenible en algunos estados como California, Texas o Florida. En el denominado “Estado del Sol” ya se suman casi 320,000 contagios y la mayoría se han dado en las últimas dos semanas.
No hay duda de que hay un rebrote y las autoridades están trabajando para adoptar medidas efectivas para frenar su propagación. Pero, de momento, implementar una orden para que la gente se quede en casa no entran en las opciones de los políticos.
“Por el momento no tenemos un anuncio de una orden de quedarse en casa. Si tenemos que tomar esa decisión, la tomaríamos en conjunto con el condado (de Miami-Dade) y otras ciudades grandes y pequeñas”, dijo el alcalde de Miami, Francis Suárez, a una pregunta de la Voz de América.
Miami es uno de los focos de infección y los hospitales están al límite, tal y como han reconocido algunos funcionarios de salud. Por ejemplo, en el hospital Jackson, el más grande de Florida, están desbordados. Su director, Carlos Migoya, señaló que prácticamente no hay camas libres ni espacio en las unidades de cuidados intensivos.
Esa situación ha hecho reaccionar al gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, que ha mandado 150 sanitarios adicionales para ayudar en esta crisis.
Pero la población está preocupada, principalmente porque la situación está descontrolada y ni los políticos que están al frente de la gestión son capaces de vislumbrar una solución a corto plazo.
“No sabemos qué es lo que va a pasar de aquí a dos semanas, es imposible de predecir”, comentaba el alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, en una conferencia de prensa telemática.
El uso de mascarillas se ha vuelto obligatorio. Pero la “época de gracia” ha terminado porque ya no se van a emitir más avisos o recomendaciones a quienes no la lleven en el sur de la Florida. Los infractores serán sancionados con multas de $150 la primera vez y si es reincidente pueden acabar desembolsando hasta $500.