Economía circular: definición, ejemplos e implementación
La sobreexplotación de los recursos naturales necesaria para lograr el crecimiento económico y el desarrollo ha tenido un impacto negativo en el medio ambiente y ha hecho que estos recursos se vuelvan más escasos y costosos. La economía circular se plantea como única solución, al ofrecer alternativas para crear un modelo de crecimiento económico más sostenible, que ya empieza a afianzarse en todo el mundo.
Economía circular: qué es y por qué es necesaria
Economía circular: definición
Tal y como se define en la web de la Fundación Ellen MacArthur, “una economía circular tiene como objetivo redefinir el crecimiento, centrándose en los beneficios positivos para toda la sociedad. Implica desacoplar gradualmente la actividad económica del consumo de recursos finitos y eliminar los desechos del sistema”.
Para que la economía circular sea una opción viable necesita el respaldo de las fuentes de energía renovables. Cualquier iniciativa en este ámbito, debería también apoyarse en tres pilares: el mantenimiento de los materiales en uso, la regeneración de los sistemas naturales y el diseño de un plan para minimizar la contaminación y los desechos.
Economía circular: ejemplos de su importancia
No cabe duda de la importancia de iniciar cuanto antes la transición a este modelo que genera capital económico, natural y social. Algunas de las razones de peso para hacerlo son:
El 90% de las materias primas utilizadas en la fabricación en Europa se convierten en residuos antes de que el producto salga de fábrica. (Fuente: Centro de Economía circular (CEC) de Cambridge).
El 80% de los productos fabricados en Europa se desechan en los primeros seis meses de su existencia. (Fuente: Centro de Economía circular (CEC) de Cambridge).
Alrededor de 700 millones de dólares anuales podrían ahorrarse en costes de materiales en la industria de bienes de consumo en rápido movimiento con la implementación de una nueva economía circular. (Fuente: Fundación Ellen MacArthur)
¿Cómo avanzar hacia un modelo de economía circular?
El concepto de economía circular ha comenzado a globalizarse. Sin embargo, en los modelos financieros y planes de negocio, e incluso en el comportamiento del consumidor aún se considera el desperdicio como un subproducto necesario, aunque desafortunado, de una economía exitosa.
Pero esto puede cambiar. Para lograrlo, los gobiernos, trabajando con el sector privado, podrían avanzar juntos hacia un modelo más sostenible siguiendo estos pasos:
Cambio de paradigma. De la generación de residuos a la circularidad como iniciativa de salud pública y la protección ambiental. Se trataría de crear valor a través del reciclaje y la captura de energía. Por ejemplo, las instalaciones de conversión de residuos en energía crean valor a partir de materiales que de otro modo serían depositados en vertederos. A la vez, habría que tratar de minimizar la utilización de materiales como recurso, por ejemplo, alargando la vida útil de los productos y recuperando materias primas valiosos para nuevos productos.
Actualizar los planes climáticos nacionales para incorporar la economía circular. Los procesos de retención de valor prolongan la vida útil de los productos mediante la reutilización, reparación, restauración o re-manufactura. ¿Sabías que extender la vida útil de los productos a través de procesos de retención de valor podría reducir la necesidad de materias primas y disminuir las emisiones de gases de efecto? Pero la economía circular no se detiene ahí. Una vez que se maximiza la vida útil de un producto a través de procesos de retención de valor, recuperar y reutilizar sus materiales en un nuevo producto también puede tener importantes beneficios climáticos. Finalmente, la cadena de suministro ofrece una oportunidad que no se debe pasar por alto para vincular la logística a la economía circular. Un estudio reciente concluyó que las emisiones en la cadena de suministro de una empresa son alrededor de cuatro veces más altas que las de las operaciones directas, pero solo una cuarta parte de las empresas utilizan sus cadenas de suministro para reducir las emisiones. Ahí hay una oportunidad para dar un buen impulso a la circularidad.
Reformar las regulaciones de reciclaje para promover la fabricación en circuito cerrado. La búsqueda de oportunidades para promover la fabricación y refabricación de ciclo cerrado puede generar beneficios ambientales y económicos. En este ámbito, es necesario incentivar el uso integral de materiales, ayudando a los fabricantes a descubrir cómo minimizar la pérdida de materiales y maximizar el valor.
Nuestra economía actual de usar-hacer-desperdiciar no recompensa la fabricación de productos que duren o que se puedan reutilizar, reutilizar, reparar o reciclar fácilmente. Por ello, para que la economía circular pase a ser una realidad sería necesario que se recompensar a las empresas que pudieran diseñar productos que conservasen su valor o que permitieran la recuperación de materiales como materia prima secundaria (por ejemplo, mediante políticas fiscales que favorezcan los bienes remanufacturados).