Desarrollo directivo: más habilidades y nuevos contactos
Los programas de desarrollo directivo podrían compararse con los programas de rotación de empleados, pero a una escala diferente. Se puede decir que toman ese concepto y lo elevan. Con el objetivo de acelerar la carrera de los ejecutivos en el campo de su elección, los programas de desarrollo directivo permiten que los recién graduados se familiaricen con la industria, al mismo tiempo que aprenden habilidades de liderazgo y gestión que les permitirán avanzar más rápidamente dentro de la empresa.
¿En qué se diferencia un programa de desarrollo directivo de uno de rotación general?
A diferencia de un programa de rotación general, un programa de desarrollo directivo ofrece exposición a diferentes áreas dentro de un campo o industria específica. Por lo general, también requieren un título que se alinee con el programa en el que cada candidato desea participar.
Así, si se solicita un programa en Finanzas, por ejemplo, lo más probable es que sea requerida una base de conocimientos previa, acreditada por una titulación en finanzas, contabilidad o economía.
¿Cómo funciona un programa de desarrollo directivo?
Un programa de desarrollo directivo suele organizarse en torno a diferentes rotaciones. Hay que tener en cuenta que, cada una de ellas, se prolongará un mínimo de dos o cuatro meses, pudiendo llegar al medio año.
Por ejemplo, en el ámbito de supply chain, con cada rotación, el ejecutivo entraría en contacto con diferentes perspectivas de la función de operaciones, incluida la fabricación, la distribución y la logística de la cadena de suministro.
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En ocasiones, las organizaciones que ponen en marcha un programa de este tipo ofrecen a los ejecutivos la oportunidad de trabajar con algunos de los líderes de cada sector más respetados del mundo para acelerar su desarrollo técnico, profesional y de liderazgo.
¿Cómo saber si un profesional es adecuado para un programa de desarrollo directivo?
Los programas de desarrollo directivo generalmente se enfocan a graduados recientes y estudiantes de máster o especializaciones que desean trabajar en un programa competitivo e intensivo centrado en su campo de estudio. Esto implica un compromiso, de al menos uno o dos años.
Incluso si no hay una oferta garantizada por parte de las organizaciones colaboradoras en el plan de desarrollo, la mayoría de las empresas contratan a sus graduados una vez finalizado el proceso. Después de todo, eligen al candidato entre cientos o miles de perfiles y le dedican un tiempo y dinero considerable, para impulsar el desarrollo de su carrera.
Durante el tiempo que dura el programa, el candidato tiene la oportunidad de:
Adquirir el conocimiento que necesita para descubrir una posible especialidad.
Ganar experiencia en la disciplina de su elección.
Ampliar su red de contactos en la empresa, algo natural, sobre todo, si se tiene en cuenta que se estará rotando entre los diferentes equipos.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que se trata de un gran compromiso con la organización, aunque viene con una gran recompensa. En ocasiones, al completar el programa de desarrollo directivo o como parte del mismo se solicitará al ejecutivo que se traslade a diferentes partes del país o del mundo.
Pese al sacrificio que pueda suponer, hay que valorar que se trata de una forma de adquirir más habilidades. Al finalizar el proceso, el conocimiento sobre la industria y los diferentes campos dentro de ese sector habrá aumentado considerablemente y, lo más probable, es que se haya conocido a muchas personas interesantes e inspiradoras en el camino.