¿Cómo medir el posible éxito de una idea?
¿Qué ingredientes debe tener la próxima gran idea para que pueda resolver un problema, sea escalable y, en consecuencia, logre ser exitosa? Nada del otro mundo
¿Qué ingredientes debe tener ‘la próxima gran idea’ para que pueda resolver un problema, sea escalable y, en consecuencia, logre ser exitosa?
Quizá esta es una pregunta que muchos emprendedores potenciales se han formulado y quizá se deba a que en su interior siempre está la necesidad de reconocerse con una gran solución que resuelva un gran problema.
Pero ¿qué pasa si lo que alguien ve como una gran propuesta no es más que sólo una buena intención?
Hace un tiempo hablamos con los emprendedores de la primera generación del Instituto Irrazonable México y, entre tantas otras cosas, les preguntamos bajo qué parámetros cada uno de ellos podría medir el posible éxito de una idea… y esto fue lo que nos contestaron:
Para La mano del mono el posible éxito de una idea depende en mucho de si ésta responde o no a una problemática real: “tienes que identificar muy bien qué le duele a tu cliente, entender su necesidad y darle una solución. Si nos es rentable no vas a impactar”.
Después de estar seguro si esa iluminación responde a una necesidad, ahora debes medir su impacto.
Para uno de los emprendedores de Eat Limmo, una idea es buena si va a mejorar la vida de muchas personas. Además, ésta tiene que sobresalir por algo. “No es la típica solución que ya se había estado proponiendo, sino que debe tener un diferenciador importante y viable para poder lograr el resultado que quieres”.
En cuanto a Malala, un buen proyecto debe estar sustentado con el equilibrio entre el modelo de negocio y la pasión que se tenga por la causa.
Como bien dicen los emprendedores, si te dejas guiar sólo por la pasión, el proyecto no va a ser rentable como para generar todo el impacto que quieras, además hay que ser consciente de que necesitas dinero para causar impacto, aunque si te enfocas mucho en él, puedes perder de vista o sacrificar la huella que generes.
Lograr ese delicado equilibrio es difícil, pero no imposible…
Nomad Republic propuso un camino un poco diferente: “yo diría que le dedicaran menos tiempo al papel. Muchas veces nos dedicamos meses a crear business plans y vale más prototipar rápido el proyecto para llegar a métricas y saber por dónde irte y por dónde no.
Ponerlo a la práctica lo más rápido posible y probar si va a funcionar o no, además de equivocarse rápido y barato, son más consejos de Nomad Republic.
En sintonía con lo anterior, para Flor de mayo lo importante está en una sola palabra: validación.
La validación del mercado y que el emprendedor esté dispuesto a hacerla. El mercado tiene que querer el producto y, antes de lanzarte a producir cualquier cosa, hay que hacer un prototipo rápido y aprender lo que más puedas”.
Finalmente, para Semina Boni Terra existen cuatro puntos que no hay que perder de vista para determinar si una idea puede o no tener éxito:
La problemática
El tamaño del problema
La solución que el emprendedor propone, y
Cómo lograr que el proyecto sea sostenible y pueda seguir escalando
Si el modelo hace sentido con el problema le veo mucho potencial. Además a veces nos vamos con la parte ‘romántica’, pero si no logras hacer un modelo que genere dinero y sea rentable, entonces ¿cómo ayudas?”, comentó.
Como puedes ver, la mayoría de la primera generación irrazonable está de acuerdo con que es viable que un proyecto sea exitoso si nace como respuesta a un gran problema o necesidad, aunque eso no lo es todo.
Cuidar del aspecto financiero de la empresa es primordial, simplemente por el hecho de que si tu proyecto demuestra no ser escalable, difícilmente podrás lograr un impacto real, tangible y visible en el área que quieres atacar.
Sea cual sea la causa que te motiva a emprender o si tu emprendimiento es social o no, dar pasos firmes desde un inicio, equilibrando y cuidando ambos aspectos, te ayudará a conseguir las metas que te propones.