Cómo hacer de la nube el Netflix de su empresa en cinco pasos – deGerencia.com
NOTICIA

Cómo hacer de la nube el Netflix de su empresa en cinco pasos

¿Qué resulta más práctico y eficiente, tener almacenadas entre 250 películas de alta calidad y 700 de calidad normal en un disco duro o poder disponer de más de 2.100 películas y 830 series de alta calidad servidas desde un proveedor? Es la diferencia que va entre lo que cabe en un disco duro de 1Tb y lo que ofrece hoy en día Netflix.

Pero no se trata solo de capacidad de almacenamiento. Gestionar centenares de contenidos, organizarlos, clasificarlos, renovarlos… Supone una tarea ingente que, en el mejor de los casos nos roba tiempo que podríamos dedicar a ver esas películas y series. Además de que el proveedor trata de captar nuestros gustos, hace sugerencias y está atento a los estrenos que por nuestros medios no podríamos obtener sin incurrir en piratería.

Traslademos este ejemplo a las miles de tareas rutinarias que se ejecutan diariamente en las empresas sin que aporten valor añadido. EL cinéfilo casero sería la empresa y Netflix, la nube. Hoy en día, en las organizaciones punteras ya son frecuentes términos como cloud, DevOps y open source. «Son herramientas que permiten automatizar, reducir lo obsoleto y liberar recursos para otras tareas que aportan valor», aseguraba en un foro sobre automatización organizado por Expansión y Red Hat Julia Bernal, country manager para España y Portugal de dicha compañía.

Un ejemplo de que no es algo que solo afecte a grandes grupos empresariales es que recientemente se ha superado el millón de pymes que han adoptado la solución de centralita en la nube de Telefónica, que integra las comunicaciones de voz e Internet.

Pero cloud o la nube es un concepto muy amplio, las hay públicas, privadas, híbridas o comunitarias y las aplicaciones y soluciones tecnológicas abundan. ¿Cómo acertar?

1-Decidir qué se sube y qué no

«No todo tiene sentido que esté en cloud, hay que identificar qué tiene que estar, qué aporta valor añadido, comparar con el coste y decidir qué merece la pena», asegura Amalio Rodríguez, CTO de Iberdrola. Habrá tareas que una organización no considere su core y sean perfectamente estandarizables en la que compense estar en la nube y otras en las que sea necesario conservar el control absoluto. «Hace pocos años hubiera sido impensable para nosotros pasar de la nube privada a la pública y ahí estamos», apunta Mariano Domingo, director de Infraestructuras y Tecnologías de Aena.

2-¿Pública, privada o híbrida?

La nube pública (abierta a otros participantes) junto con open source permite avanzar más rápido y con mayor eficiencia al compartir los desarrollos con terceros; pero como se veía en el punto anterior, hay áreas que deben conservarse en una nube privada. «Para los aspectos de seguridad, del core bancario, apostamos por cloud interna,en el resto, cloud externa, pública o privada», comenta David Almendros, director de Inteligencia Artificial de CaixaBank. Existe la nube híbrida, que combina ambas. En RSI (Cajas Rurales) han elegido open source y la nube híbrida, «al ser un centro compartido de datos de muchas entidades en una carrera de adopción de todas las tecnologías digitales que aplican en nuestro entorno», explica Daniel Martínez, director de Proyectos Estratégicos de TI.

3-Mantener el control

La tecnología no es un fin en sí misma. «Hay que tener un gobierno centralizado y decidir una arquitectura y seguridad», asegura Susana Zumel, CIO de Cepsa. Hay que saber dónde tiene sentido aplicar la tecnología y dónde hay soluciones que pueden venir de fuera, pero es necesario administrar y gobernar esas soluciones.

4-Buscar la rentabilidad

Repsol ha lanzado 130 iniciativas en el área IT, cada una con su hub, de cloud, datos, blockchain, Agile…,dice Juanjo Casado, director de Data Management y Analytics. Pero en Repsol tienen claro que las inversiones necesarias en tecnología deberán tener un impacto en el negocio de mil millones de euros en cinco años. Hay que medir resultados y poner objetivos, pero no todo debe ser la rentabilidad, también hay que estimar el coste de oportunidad de no estar en una tecnología en la que sí entre la competencia. Existen servicios por suscripción que no exigen grandes desembolsos y son escalables.

5-El factor humano

«La transformación no va de tecnología, lo importante son las personas y hay que crear comunidad en torno a las tecnologías», asegura Juanjo Casado. Y esto es algo en lo que coincide la mayor parte de los expertos en todos los foros tecnológicos. «La gestión del talento es esencial, necesitas un cruce de razas», asegura Daniel Martínez. «La tecnología es un habilitador de la innovación, pero la implantan personas», confirma Ana Rocha, responsable de Desarrollo de Negocio de Red Hat. El desafío es lograr una arquitectura cognitiva que resulte sencilla y escalable.

Volviendo al ejemplo inicial, es esencial mantener un cierto control hasta de las tareas supuestamente más rutinarias, como cuando se delega la atención al cliente en los tan frecuentes bots hoy en día. Generalmente funcionan bien, pero en ocasiones pueden ser un desastre que te lleva de máquina en máquina cuando tú lo que necesitas es que te solucionen el problema. Uno de los servicios por los que yo he pagado con gusto la tarifa premium a mi proveedor de internet y TV es el de volver a contar con atención personalizada, mientras que con la automatizada cada vez que surgía un porblema acababa a punto de darme de baja.



  • Ver original en Expansion Directo
  • Publicado el viernes abril 5, 2019


  • Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.