Clave del éxito: Autodisciplina
En la mañana del funeral de mi madre, escribí el siguiente párrafo de mi libro:
Mi madre falleció hace un par de días, y el funeral fue anoche. Son las seis de la mañana y estoy en mi oficina, escribiendo. Eso es lo que hago todos los días, sin importar qué ocurra. Y ésa es la respuesta a cómo puedo tener cinco libros en las repisas de librerías.
No es que no tenga emociones, o que no amara a mi madre. Sin embargo, hace mucho aprendí la importancia del régimen, del ritual, del compromiso y de la disciplina en relación con el éxito. Así que se necesita demasiado para descarrilarme. La mayoría de las personas se distraen con facilidad. Quizás soy demasiado extremo en mi insistencia de seguir con mis planes de trabajo sin importar qué pase, pero muchas personas son aún más extremas al deshacerse de su voluntad por cualquier razón.
Conseguir el respeto de los demás es una gran ventaja en tu vida. Y eso surge a partir de la autodisciplina. Las personas con alta autodisciplina no tienen que “poner una pistola” en la cabeza de los otros cuando quieren algo; la gente simplemente siente su poder y con entusiasmo les dan todo lo que tienen.
Detente a observar qué poca autodisciplina tiene la mayoría de las personas. Pregúntale al manager de cualquier equipo cuán graves son los problemas que derivan la impuntualidad y el ausentismo laboral. ¡Muchas personas no tienen siquiera la autodisciplina para levantarse temprano en las mañanas!
En mi ámbito de negocios, encuentro que más de la mitad de las personas no llegan a las citas y reuniones a tiempo. Los clientes se pierden de citas preagendadas; y los proveedores no cumplen con las fechas límite, incluso aunque ellos mismos las establezcan.
En el mundo emprendedor, dice mucho de ti el únicamente estar a tiempo y preparado para trabajar. Cumplir con las fechas de entrega y con los compromisos permite que destaques de entre la multitud. La habilidad de hacer las cosas, y hacerlas bien desde la primera vez, atraerá a buenos contactos, oportunidades y recursos. Y finalmente, todo se trata de autodisciplina.
Y la autodisciplina aplicada a un asunto en particular literalmente tiene un poder mágico. Cuando enfocas tu autodisciplina en un solo propósito puedes generar grandes resultados. Todos se quitarán de tu camino, te abrirán las puertas y te saludarán en tu caminar.
La consecución exitosa de la mayoría de los objetivos valiosos (incluyendo ser un emprendedor más efectivo) es difícil, pero puede ser relativamente simple. De hecho, puede resumirse en tres pasos:
Reconocimiento. Si estás consciente de la importancia del tiempo, entonces tendrás un concepto distinto de él y aprenderás a controlarlo para alcanzar tus metas y máximo potencial. Debes reconocer cómo usas tu tiempo, cómo lo desperdicias, inviertes y controlas. Y el primer paso para lograr las cosas, es reconocer los problemas y fallas, y las oportunidades y éxitos.
Decisión. Todo logro sigue a una toma deliberada de decisión, con pequeñas excepciones de logros “accidentales”, como tropezarte con tu agujeta, caer al pavimento y encontrarte un billete de 100 dólares. Además de ese tipo de accidentes, el logro sólo puede seguir a una decisión. Y como resultado de tu pensamiento sobre la importancia del tiempo, puedes desarrollar algunas decisiones.
Acción. Existen tres tipos de acción: iniciar nuevas cosas o implementación, seguimiento y terminación. Cuando has tomado una decisión, tienes que empezar a actuar en torno a ello. Para algunas personas, ésta es la parte más difícil, aunque en realidad lo más complejo es el seguimiento. Por ejemplo, a una persona que decide seguir una dieta puede parecerle sencillo tirar a la basura un montón de comida chatarra; lo complicado será que no la consuma una semana después. Y es aquí donde la autodisciplina es clave, aunque también es importante que crees un ambiente que soporte a esta nueva actitud.