Cambios en el turismo que podrían implementarse tras la cuarentena
Tras la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, el mundo estará lleno de cambios. Aunque aún no sabemos qué implicaciones tendrá ni de qué forma sucederán, nuestra forma de viajar tendrá que acoplarse a nuevas medidas para cuidar de la salud de nosotros y de los demás. Entre las principales medidas que se pondrían imponer a la hora de realizar viajes se encuentran las siguientes.
¿Volverá el certificado de vacunación?
Hasta hace algunos años la cartilla de vacunación contra enfermedades contagiosas era un requisito a la hora de querer viajar por el mundo. La intención, por supuesto, era evitar brotes en poblaciones que no estuvieran vacunadas o que no pudieran hacer frente a ciertas enfermedades.
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Actualmente, el avance en materia de salud en los países ha dejado atrás la cartilla, misma que fue sustituida por recomendaciones de vacunas según el país de destino. Quizá estamos ante el inminente regreso del documento, ya que aunque no existe una vacuna para Covid-19, sí existen otras enfermedades de las que podemos protegernos.
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Uso obligatorio de cubrebocas
En los vuelos no se puede evitar tener contacto con otras personas. Quizá por ello se vuelva necesario el uso de mascarillas o cubrebocas para viajar. Durante la crisis sanitaria hemos descubierto que aunque el cubrebocas no es una garantía para evitar al 100% el contagio, sí retiene la transmisión. Quizá esto vaya acompañado de uso de desinfectantes y una nueva forma de distribuir los asientos al interior de las aeronaves. Esto último podría elevar los costos de los viajes.
Controles de temperatura en aeropuertos
Como ya sucede al ingresar a ciertos lugares públicos, los controles de temperatura podrían ser un requisito permanente. Además, el protocolo también puede ser aplicado en lugares como hoteles y restaurantes. Sin embargo, claro está, la alta temperatura supone que la persona tiene una enfermedad peligrosa o contagiosa.
Redistribución del espacio público
Sin duda, uno de los cambios que existirán en cuanto se comiencen a levantar las restricciones, será la redistribución de mobiliario en restaurantes y hoteles, así como el aforo con la intención de producir un distanciamiento físico mayor.
Sumado a lo anterior, puede que tanto personal de limpieza como los consumidores tengan que usar ropa de protección personal dentro de los establecimientos. Dichas medidas, de hecho, es lo que ha permitido a China y Corea reiniciar su reactivación económica.
De ser así, nos encontraríamos ante una nueva cultura de la reservación, ya que los establecimientos tendrían muchas menos posibilidades de acogernos de manera libre y espontánea.
Por su parte, en España la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid ya trabaja en el desarrollo de una certificación Covid Free. Entre las medidas, podría encontrarse una prueba que muestre que el portador dio negativo en Covid-19 durante el registro.
Búsqueda de nuevos destinos
Debido a la disminución de los aforos, puede que los viajeros empiecen a explotar los destinos menos frecuentados y que yacían ocultos:
Viajes cercanos, que estén cerca en carretera como Pueblos Mágicos
Destinos remotos, poco conocidos o no frecuentados permitirán una mejor redistribución de los turistas.
Turismo sustentable (ecoturismo), en lugares donde se asegure que haya baja concentración de personas.
En los recintos, como los museos, se deberá ingresar con intervalos de tiempo, de modo que en una hora puedan ingresar unas 20 personas manteniendo la sana distancia.
Espacios para los eventos
Del mismo modo, eventos culturales como conciertos o festivales masivos tendrán cambios en su forma de operar, quizá por escenarios más reducidos.
Quizá en este sentido, no puedan realizarse eventos masivos hasta dentro de un año; es decir, a mediados de 2021.
