Así se reparten por España las sedes de las grandes compañías que han abandonado Cataluña
CaixaBank ha cambiado su sede de Barcelona a Valencia. Gas Natural Fenosa, a Madrid. Banco Sabadell, a Alicante.
Banco Sabadell no fue la primera empresa en sacar su sede de Cataluña, pero su salida el jueves supuso un salto cualitativo en la fuga de compañías hacia otros puntos de España, en busca de seguridad jurídica lejos de la deriva independentista. La mayoría hacen el traslado de Barcelona a Madrid, pero la capital no es el único destino del exilio empresarial.
El sector financiero catalán está ahora en la Comunidad Valenciana. Banco Sabadell ha fijado su sede en Alicante, donde posee un gran volumen de negocio e infraestructuras fruto de la absorción de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Las razones que han llevado a CaixaBank a Valencia son similares. Allí conserva el singular edificio adquirido con la compra de Banco de Valencia en 2012 por el precio simbólico de un euro. El consejo se decantó por esta opción frente otras posibilidades que habían sonado con fuerza, como Palma de Mallorca o Madrid.
Banco Mediolanum, del homónimo grupo bancario italiano, también ha trasladado su domiciliación social este viernes de Barcelona a Valencia.
Antes que Banco Sabadell ya habían salido otras empresas de Cataluña para refugiarse de la inestabilidad independentista. La primera relevante después del 1-O fue la biofarmacéutica Oryzon, desde Cornellà de Llobregat a Madrid. La textil Dogi International también se ha trasladado a la capital. Y la operadora de telecomunicaciones Eurona ha desplazado su sede a la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid.
El mayor desembarco en Madrid ha ocurrido este viernes, con el traslado de Gas Natural Fenosa. Antes de su fusión con Gas Natural, Unión Fenosa tenía sede en Madrid, una de las razones de peso para la elección de la nueva sede. En la capital, además, la energética ya cuenta con dos grandes complejos de oficinas.
La cadena de nutrición y dietética Naturhouse ya cambió el pasado agosto Barcelona por Madrid. Su presidente y fundador, Félix Revuelta, ha sido una de las voces empresariales más críticas contra el «procÿs». Hace dos años, la cadena hotelera Derby Hotels
también se marchó a Madrid.
Al margen de la capital, Proclinic, la mayor distribuidora de productos odontológicos, ha mudado su sede a Zaragoza.
Bajo estudio
Las anteriores empresas ya han consumado su mudanza, pero probablemente no serán las únicas. Otras grandes compañías están estudiando el cambio de su sede. La editorial Planeta y la textil Pronovias advierten que lo harán en caso de una declaración unilateral de independencia. La compañía de seguros Catalana Occidente también valora el cambio de su sede.
La marca de automoción SEAT, hoy parte de Volkswagen, dispone de un plan para un escenario de continuidad del órdago secesionista en el que prevé el traslado de su domicilio social, actualmente en Martorell (Barcelona), a Madrid. José Luis Bonet, presidente de los cavas Freixenet, ha puesto a disposición del consejo de administración sacar la sede de Cataluña. Su competencia Codorníu se desmarca del independentismo y no descarta mover su sede también.
Multinacionales en Cataluña
El diario alemán «Der Spiegel» ha adelantado que los grupos alemanes saldrían de Cataluña en caso de declaración de independencia. Algunas de las empresas germanas con su sucursal española establecida en la región son Volkswagen, Bayer o Lidl. La cadena de supermercados, no obstante, ha anunciado que no se plantea abandonar Cataluña mientras no haya cambios en el marco jurídico.
No son las únicas grandes multinacionales asentadas en Cataluña. Nestlé España y Nissan Ibérica, que también valora la posibilidad de marcharse en caso de independencia, están radicadas en la región…