Así persiguen otros países la corrupción empresarial
Contar con un programa robusto de cumplimiento normativo es un elemento de valor añadido en concursos y operaciones internacionales, aunque cada país cuente con normativas diferentes.
Lo que muchas empresas vieron al principio como una nueva y engorrosa obligación está resultando una ventaja competitiva que aprecian claramente a nivel mundial los socios comerciales, desde proveedores y clientes hasta la propia Administración.
Los beneficios de los programas de cumplimiento normativo en el seno de las empresas van mucho más allá de evitar las posibles sanciones o hasta penas de cárcel por delitos como blanqueo de capitales, soborno o corrupción. Es una de las conclusiones que se extrajeron de la tercera edición del Congreso Internacional de Compliance, organizado por Thomson Reuters y Ascom.
Aunque la normativa sobre prevención de delitos difiere dependiendo del país en el que se opere, los asistentes al evento coincidieron en la dificultad de implantarlos principalmente en las multinacionales.