Así funciona una oficina de cambio de divisas

El cambio de divisas es indispensable a la hora de viajar a un país fuera de la unión monetaria, pero en ocasiones se convierte en un proceso fatigoso. Seleccionar el presupuesto del itinerario, atender el valor de la moneda que vamos a comprar o comparar las tarifas de las distintas entidades de cambio son algunos de los trámites ligados a la transacción. Por si esto fuera poco, en ocasiones quedan dudas sobre si el precio que hemos pagado por cambiar nuestro dinero es el apropiado.

¿Cómo funciona una oficina de cambio? Estas empresas operan en un sector muy regulado, tanto desde un punto de vista nacional como a nivel comunitario, y que vive condicionado por la fluctuación de las divisas internacionales. Hay varios tipos de establecimientos. Algunos están autorizados solo para comprar billetes extranjeros o cheques con pago en euros, otros también pueden vender billetes extranjeros y los hay que, además de todo lo anterior, pueden enviar o recibir transferencias con el exterior (remesas). Ria Money pertenece a este último grupo.

España, «tanto emisor como receptor» de remesas

Fundada en 1987, cuenta con más de 300.000 puntos de venta repartidos por 150 países del mundo. Tradicionalmente Ria ha estado centrado en las transferencias internacionales a través de agentes (locutorios), pero hace unos años la compañía decidió segmentar su negocio y en la actualidad también ofrece el cambio de divisas en sus tiendas propias. En España posee 11 tiendas y se encuentran en una fase de expansión; en Europa registra tasas de crecimiento cercanas al 150%.

Cristina Estupiñá, responsable del mercado de divisas para Europa de Ria Money Transfer, señala que España es un país «tanto emisor como receptor» de remesas, debido en gran parte a la inmigración que proliferó el país desde la década pasada. En cuanto al intercambio de divisas, desde la compañía apuntan que los turistas españoles suelen cambiar una media de 500 euros cuando van de viaje, por los 250 euros que cambian los extranjeros que llegan al país. «Contamos con un perfil de cliente muy variado, desde turistas convencionales a trabajadores en un viaje de trabajo o empresarios que compran moneda extranjera para realizar pagos en otros países», sostiene Estupiñá.

Mejor billetes pequeños que grandes

El cambio de divisas es una operación sencilla. Pese a la creencia popular, los precios son libres, por los que los establece cada oficina de cambio. Estas cuentan con reservas de decenas de monedas internacionales. Cuanto mayor sea el volumen que se cambia, más bajo será el precio, aunque existen unos límites. Un español puede, por ley, transportar hasta 10.000 euros a un país extranjero, pero tiene que declararlos. En una oficina como Ria no hay un tope de dinero para cambiar, pero hay que justificar la procedencia de los fondos. Eso sí, los clientes frecuentes cuentan con tarifas especiales y promociones.

Las transacciones se deben realizar en una oficina de cambio que esté autorizada por el Banco de España. Este aval debe quedar recogido por escrito y estar a la vista del cliente dentro del establecimiento.
De esta forma el consumidor sabrá si el local en el que va a intercambiar su dinero es seguro o no
. La otra opción es realizar este tipo de compraventa directamente en una oficina bancaria, que también pueden ofrecer este servicio aunque no están obligadas a ello.

Existen una serie de recomendaciones a la hora de fijar el importe. Según la responsable de divisas de Ria en Europa, «lo más apropiado es llevar contigo billetes pequeños, ya que es posible que en determinados establecimientos del extranjeros no se admitan billetes grandes». Por ejemplo, los nórdicos reclaman billetes de 500 euros cuando llegan a España porque lo consideran «práctico», pero esto les impide pagar con efectivo en la mayoría de locales. También hay que ser cauto con el pago móvil. Desde Ria aseguran que muchos turistas asiáticos aterrizan en España con la intención de pagar gran parte de sus compras a través de un sistema digital y comprueban que este tipo de abono no es tan frecuente en nuestro país.

Medidas de seguridad
Pese a los avances tecnológicos en países como Japón, los turistas que más volumen suelen retirar cuando acuden a nuestro país no proceden de esta parte del mundo. Son los viajeros sudamericanos, que según Estupiñá «suelen tener la mayoría de ellos un alto poder adquisitivo», los que más invierten en divisas a la hora de viajar a España.

Debido a los elevados volúmenes de dinero que manejan estas empresas, la seguridad debe estar garantizada. Al fin y al cabo, una gran parte de los billetes falsos que llegan a nuestro país lo hacen desde este tipo de oficinas. Desde Ria aseguran que cuentan con máquinas homologadas por el Banco Central Europeo para detectar el fraude.

El trámite de tener que cambiar dinero a la hora de viajar es inevitable y normalmente no ofrece atajos, pero conociendo las circunstancias que rodean a este tipo de casas de cambio al menos se eliminan las dudas sobre el coste de la operación.

Imágenes del «Mobile World Congress» de 2016- INÉS BAUCELLS
Los efectos del fútbol en las divisas
Los vaivenes monetarios condicionan totalmente la actividad de estas empresas. Desde Ria apuntan que cuando se produjo el Brexit hubo una avalancha de peticiones tanto de compra (devaluación) como de venta (temor a una caída mayor) de la libra esterlina. Esta tendencia se ha amortiguado en los últimos meses. Hay determinados eventos que también provocan alteraciones en la demanda o la oferta de una divisa. Este año se ha producido una revalorización del sloti polaco por la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia. Un efecto similar se produce en España año tras año cuando se celebra el «Mobile World Congress» de Barcelona o algún equipo de fútbol español acude al extranjero a jugar un partido de Champions League. Por divisas concretas, el dólar sigue siendo la moneda más demandada a nivel mundial (40%), mientras que el yuan ha crecido un gran porcentaje en el último año y se ha colocado en cuarta posición…