Así es como se protege la reputación tras un ciberataque
Dice un conocido proverbio italiano: «Una onza de reputación vale más que mil libras de oro”. Es muy probable que todos coincidamos con la idea de que mantener una buena reputación es importante. Sin embargo, no todos tomamos acciones para ponerla en práctica, especialmente cuando se trata de nuestros propios negocios.
Conocer algunos riesgos potenciales no es suficiente. Es necesario tomar mayor conciencia acerca de las nuevas amenazas que enfrentan los negocios, como los ciberataques, que se han convertido en un “dolor de cabeza” tanto para líderes de TI, como para los de otras áreas como marketing, debido a que un incidente de este tipo puede afectar distintos ámbitos de la organización, incluyendo la reputación de la marca -lo que hace, lo que dice y lo que otros están diciendo sobre ésta.
Incluso para los CEOs en México, la ciberseguridad (21%) se percibe como la principal amenaza para sus organizaciones, según la encuesta 2019 Global CEO Outlook de KPMG International. Y es que los ciberataques están evolucionando, volviéndose cada vez más sofisticados, mientras que 45% de las empresas reconocen que no cuentan con un modelo estratégico de ciberseguridad, de acuerdo con el reporte Perspectivas de la Alta Dirección 2019, de KPMG en México.
El valor de negocio de una buena reputación
Podría parecer exagerado, pero una buena reputación corporativa es fundamental para alcanzar los objetivos de negocio, incluso para la supervivencia del mismo. Seguro te preguntarás, ¿cómo puede un activo intangible ser mucho más importante que un activo material de la organización?
La clave está en la confianza, que además de ser un valor esencial para lograr una buena reputación, se ha posicionado como un elemento crítico de la relación con los stakeholders. Cuando un incidente desfavorable sucede, tal como un ciberataque, se deteriora drásticamente la confianza que tus clientes tienen en tu negocio. Esto, a su vez, puede conducir a la pérdida de clientes, disminución de ventas, reducción de las ganancias, retiro de inversiones, etcétera. En otras palabras: la reputación corporativa define el valor de tu organización.
Relaciones públicas: el arma para proteger la reputación
Pero, ¿cómo mantener la confianza y crear una buena reputación? Las tácticas de relaciones públicas tradicionales y digitales son un buen aliado para ganar y mantener la confianza y credibilidad en la marca, sus productos y servicios.
Mediante diversas tácticas inteligentes, las RP construyen un banco de confianza que genera y fortalece la buena reputación de
la empresa, asegurándose que tus distintos públicos se sientan escuchados, y que tu marca responda en tiempo y forma adecuada.
Las RP también operan como una especie de “cúpula de hierro”; es decir, como un escudo de defensa listo para proteger a tu organización de los “misiles” (situaciones de crisis que pueden afectar la reputación), y “atacar” (responder siguiendo un plan de manejo de crisis) cuando sea necesario defenderla.
Mientras mayor sea la confianza en tu marca, más fuerte será la reputación de tu organización, y más fácil te resultará superar aquellas situaciones adversas que puedan generar una crisis de comunicación -impacto de un evento en las operaciones comerciales normales y sobre todo en su reputación derivado de una cobertura negativa en medios- y perjudicar al negocio…