Aprende a no llevarte el trabajo a casa
Cada vez es más común que la gente se atiborre tanto de trabajo, que termine llevándoselo a casa después de pasar casi todo el día en la oficina. Aunque esto podría ser una señal de que eres un empleado muy comprometido, la realidad es que, a la larga, podría afectar en tu salud, en tu familia y hasta en tu productividad.
Por eso, a continuación, te decimos cómo evitar seguir trabajando después de tu horario laboral.
Aprende a terminar con el trabajo
Elige una hora del día, no negociable, para terminar con tu trabajo y apégate a ésta. Para muchas personas, dejar de ver cosas laborales a las 9 o 10 de la noche le funciona muy bien. Esto significa que, a esta hora, te deberías despegas o apagar tus dispositivos electrónicos para evitar contestar llamadas o correos electrónicos.
Después de la hora que has escogido, tu único interés debería ser relajarte y dormir lo suficiente para recargar baterías y ser productivo al día siguiente.
Empieza a decir no
Si alguien te pide que hagas algo extra en tu trabajo, aprende a decir que no. Esto no signifique que no te importa tu empleo, pero es importante que le des prioridad a cosas que también son muy primordiales, como tu felicidad, cordura, salud y familia.
Por eso, siempre debes de procurar incorporar algo de tu tiempo personal a tu agenda diaria. Recuerda que, entre más digas sí a cosas del trabajo, menos tiempo tendrás para ti.
Establece micro metas
Para lograr una vida balanceada y cumplir con todas tus obligaciones en el trabajo para poder disfrutar de tu vida personal, una buena idea sería imaginarte tu horario ideal y luego establecer micro metas para poder cumplir con él.
Por ejemplo, si tu horario ideal es irte del trabajo a las 5 de la tarde, deberás establecer objetivos para asegurarte de terminar todos tus pendientes a la hora señalada.
El establecer metas, aunque sean pequeñas, te ayudarán a que te esfuerces más en cumplirlas.