5 tendencias tecnológicas en el combate al lavado de dinero
El lavado de dinero es una práctica criminal que evoluciona constantemente y genera enormes ganancias. Se estima que entre el 2% y el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial es lavado, lo que representa un promedio de casi $3,000 millones de dólares (mdd) de fondos ilícitos que se mueven anualmente dentro del sector de servicios financieros.
Por su parte, los defraudadores y criminales financieros cambian constantemente sus mecanismos y hacen más complejas las transacciones y los movimientos de dinero, además de adoptar cada vez más la digitalización y aprovechar las identidades sintéticas, las brechas de datos, la Dark Web y el movimiento más rápido de los capitales. Este nivel de sofisticación permite que apenas el 1% de los fondos ilegales sean congelados o incautados.
Por otro lado, un gran porcentaje de las transacciones que las instituciones marcan como sospechosas resultan ser falsos positivos. El proceso de investigación de dichos casos demanda mucho tiempo, esfuerzo y talento humano, además de afectar enormemente, la experiencia que vive el cliente, aspecto fundamental a cuidar en cualquier institución financiera. La tasa de efectividad para detectar las actividades sospechosas reales está por debajo de un equilibrio, entre la prevención de lavado de dinero y cumplir con las expectativas de servicios financieros al cliente.
Para las instituciones financieras, detectar y prevenir los crímenes financieros es un juego de estrategia constante, en el que tienen que anticiparse a los movimientos de los oponentes y adelantarse a las jugadas que harán en el futuro. Y la contienda se complica aún más en el marco de la pandemia por COVID-19, pues se ha incrementado exponencialmente el número las transacciones que se realizan en línea a través de los medios digitales que ofrecen las instituciones financieras, mismas que han tenido que mejorar sus estrategias establecidas de detección y prevención de lavado de dinero, reforzándolas y adaptándolas rápidamente de acuerdo a los nuevos escenarios que se están presentando en este tema.
En el combate al lavado de dinero, destacan cinco tendencias que las organizaciones financieras están siguiendo, y las cuales están ocupando lugares preponderantes en sus agendas en 2021. Hacemos a continuación un breve repaso de cada una de ellas.
1. Modernización de soluciones Prevención de Lavado de Dinero (PLD)
Las áreas dedicadas a identificar los delitos financieros están modernizando o sustituyendo las soluciones PLD obsoletas. Y es que en muchos casos, los bancos utilizan herramientas y soluciones heredadas, desarrolladas internamente, lo que les hace perder agilidad para detectar el lavado de dinero y otros delitos financieros.
2. Vista de 360° del cliente
Se está prestando mayor atención al conocimiento de los clientes y la protección de sus datos a medida que estos se integran más a los sistemas digitales. Al consolidar y correlacionar toda la información pertinente a los clientes que existen al interior de la institución, es posible tener una perspectiva de 360° de su comportamiento en los distintos canales, físicos y digitales, y al mismo tiempo proteger su privacidad.
3. Inteligencia artificial y machine learning
Apoyadas por la analítica, estas innovaciones hacen a la detección de lavado de dinero más proactiva. Generan un score de riesgo más robusto al evaluar las transacciones de manera continua, integran información distribuida por distintos silos, y robustecen al mismo tiempo las reglas y alertas generadas por los sistemas PLD.
4. Transformación digital
El sector financiero aceleró su transformación digital debido a la pandemia. Los canales tradicionales fueron reemplazados por los digitales, y hacer transacciones en línea se volvió la nueva normalidad.
5. Integración de procesos, personas y tecnologías
Dentro de las unidades de PLD se están integrando procesos, tecnología y personas. El objetivo es tener una operación única que contribuya a reducir las tasas de falsos positivos, eleve la asertividad de casos de lavado de dinero y se automatice la detección.
Es evidente que los criminales financieros continuarán elevando su nivel de sofisticación y velocidad, por lo que las instituciones financieras tienen el reto de estar a la misma altura e incluso adelantarse a ellos. Modernizar sus plataformas e integrar la analítica, la IA y el machine learning son solo una parte de dicho esfuerzo, así como de su compromiso para combatir los delitos financieros sin impactar la atención que brindan a sus clientes, ni afectar sus operaciones.
La automatización a través de estas tecnologías ofrece importantes eficiencias operativas, eleva los niveles de cumplimiento y permite a los especialistas encargados de prevenir e investigar el lavado de dinero, tener más espacio de maniobra y elevar su asertividad.