Acéptalo: El mundo es de los mediocres. – deGerencia.com
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Acéptalo: El mundo es de los mediocres.

Si esperabas que este 1 de Septiembre escribiera un artículo de:

Cómo superar la vuelta al curro después de las vacaciones
Cómo reinventarte en la profesión de moda.
Cómo ser feliz a pesar de haber perdido tu amor de verano
Cómo tener una marca que impacte antes que acabe
Cómo ser exitosos según la frase del Gurú que más te convenga
Cómo brillar en medio de tus seguidores de Instagram
Cómo ser una marca personal más influyente que la de Mick Jagger..
Cómo hacer que te llamen para que des conferencias sin saber quién
Lo siento, este no es tu blog ni mucho menos es tu artículo de primeros de septiembre que tiene la misión de reconfortarte ante la vuelta a la realidad.

Lo siento, pero no.

Pero si quieres una frase para subirla a Instagram, Twitter y Only Fans, aquí la tienes:

ACÉPTALO: EL MUNDO ES DE LOS MEDIOCRES.

Lo siento, así lo pienso.

Y hablo en todos los ámbitos de esta sociedad.

Quienes nos lideran, quienes elevamos a los altares de gurús, quienes dicen que son nuestros jefes….

Nos lidera la mediocridad. Y lo peor de todo, nosotros lo permitimos. ¡Si, NOSOTROS!

¿Por qué?

Aplaudimos como buenos borregos a los candidatos a liderarnos los próximos 4 años con lemas que pretenden que les creamos, ya que ellos serán los únicos que nos llevarán a la verdadera prosperidad. Pero durante esos 4 años les pillamos en renuncios, mentiras y atajos… Y no decimos nada, no exigimos nada.
Vivimos en una sociedad en la que el éxito, el tener una marca personal más influyente que Jesucristo ( perdón, no es marca personal, es gestión personal) y tener más seguidores en Instagram que la competencia son los valores que hay tatuarse a fuego lento. Porqué si no los sigues, prepárate para que te llamen raro o seas considerado como un paria
Y como hay que ser feliz y hacer creer que hay que seguir los últimos métodos que nos aseguran que alcanzaremos las metas antes que nadie. No importa el método, no importa el dinero, hay que hacerlo, hay que ser mejor que el vecino, aunque esté haciendo el mismo curso que nosotros. Lo importante es que hay que parecer feliz, que somos de éxito y que producimos más que cualquier robot de la Seat, ¿Lo demás? No importa
Y como hay que aparentar ser el mejor, el más “iluminado” y el más exitoso del barrio, nos dejamos llevar por personas que dicen que han conseguido lo mismo que nosotros queremos. Y allá vamos, con los ojos cerrados. ¿Por qué? Porqué lo dicen el número de seguidores que tienen en redes sociales ( Recuerda que los seguidores se compran, no lo olvides ) o quizá porqué dice que ha vendido tantos libros, que ¿Por qué dudar que no es bueno? Ya nos pueden decir que tan solo bebiendo batidos lo conseguiremos o que gastándonos el dinero que no tenemos, nos llevarán al éxito antes que Morata vuelva a meter otro gol. Lo que sea por parecer una persona de éxito. Y si hay que decir palabros que ni siquiera entendemos su verdadero significado, allá que vamos. Todo por ser cool. Pero te advierto una cosa, no dudes de las técnicas de tu “gurú” que ya estás viendo que lo ha conseguido ( o eso parece ), porqué si dudas, el problema de no haberlo conseguido será tuyo, no de él. Así que olvídate del reembolso de dinero que te decía al firmar el contrato si no lo conseguías en ese periodo de tiempo.
Queremos creer. Y en vez de creer en nosotros, creemos en los demás. Aquellos que nos llevarán a la orilla del éxito, de la felicidad y de la abundancia. Pero lo peor de todo, que creemos con los ojos tapados, ellos son los mesías, los que tienen la verdad absoluta. Y no estés al lado de una persona así diciendo algo que le lleve la contraria o ponga en duda la filosofía del gurú, que como mínimo te dejará de hablar. ¿Y cuándo empezamos a pensar por nosotros mismos? Mucho hablamos del pensamiento crítico pero poco lo ponemos en marcha. Con los demás, lo que sea, ¿Pero con nosotros? Para otro rato.
Pero no nos olvidemos que a parte de la envidia que sintamos por esa persona que lo ha conseguido y a la que nos queremos parecer al 100% (¿No te dice tu gurú que tienes que distinguirte de los demás? ¿Entonces por qué te quieres parecer a él/ella, copiando sus gestos, pelo o zapatos? ), nos encanta reírnos de los valientes. De aquellas personas que tiene una idea, por ellos mismos y se lanzan a ver qué hay detrás de ella. Nos reimos porqué pensamos que no lo conseguirán, que están locos. Y mientras nosotros, seguimos haciendo lo mismo que los demás pensando que por fin seremos diferente a los demás.
Permitimos la mediocridad en las relaciones. Sé que muchas personas pensarán : ” Yo estoy muy contento con mis relaciones, somos muy felices y nos llevamos genial”. Perfecto si es así, me alegro por ti. Pero ahora yo te hago una pregunta: ¿Permites que tus amigos puedan llevarte la contraria? Si ahora mismo te “está picando el culo” no hace falta que digas nada, ya sé la respuesta. La excelencia en las relaciones es cuando hay posibilidad de poner en común diferentes opiniones y seguir siendo amigos. Algo que cada vez es más escaso.
Estamos viviendo unos tiempos en los que siempre suenan palabras como excelencias, autenticidad, éxito, legado, disrupción o felicidad.

Como metas que hay alcanzar si quieres ser alguien en la vida. Más bien diría parecer ser alguien en la vida, que no es lo mismo.

Y como no queremos ser los que se queden “fuera del grupo”, acabamos haciendo lo mismo que hacen los demás, pensando que es la excelencia, que estamos y estaremos en el grupo de los top.

Piensa lo que quieras y respetaré tu opinión, para mí lo único que nos ha llevado toda esta locura, moda o tontería es a una sociedad homogénea, donde lo diferente a nosotros está mal visto y señalado, a que todos seamos como críos aplaudiendo a lo mismo creyendo que nos lo dice solamente a nosotros. Y lo peor de todo, aún así creer que somos diferente a los demás.

¿Y si dejáramos de vender la innovación, la excelencia, la felicidad o el éxito inmediato cuando realmente es la misma mediocridad de la que estamos cansados?

¿Cómo resumiría este artículo?

Apostar por uno, digan lo que digan los demás, caiga quien caiga de tu Instagram o contactos del móvil, es de lo mejor que podrás hacer en tu vida. Y de lo que nunca te arrepentirás.

Pero tú decides.



  • Ver original en Principios de un Comienzo
  • Publicado el domingo septiembre 5, 2021


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