3 fallos de PYME en contabilidad
En una PYME, la contabilidad adquiere una especial relevancia, ya que las finanzas no suelen ser tan desahogadas como pudieran serlo en empresas de mayor entidad, por lo que cada euro cuenta, todavía más. Sin embargo, algunos de los empresarios de pequeños o medianos negocios incurren en errores que les causan serios desajustes financieros. ¿Quieres saber cuáles son estos fallos que pueden afectar al futuro de la PYME?
PYME y contabilidad: errores que puedes evitar
El ajetreo del día a día, las presiones o la falta de conocimiento pueden llevar a los responsables de la parte más relevante de una PYME, su contabilidad, a cometer fallos que pueden costar caro. Se trata de errores como los siguientes:
– No ser escrupuloso con la contabilidad. En lo que respecta a este asunto, todo cuenta. De hecho, la clave para minimizar problemas es dejar constancia de absolutamente todos los gastos e ingresos, por pequeños o insignificantes que parezcan. No solo sirve para prevenir desajustes, sino que es una práctica que contribuye a reforzar la credibilidad de la empresa y que puede librarle de disgustos si, por ejemplo, se anuncia una Inspección de Hacienda.
– Confundir ingresos con beneficios. A pesar de ser conceptos diferentes, quienes no tienen suficientes conocimientos en el área financiera pueden cometer el error de intercambiarlos. Este fallo de la PYME en su contabilidad suele producirse cuando es el mismo empresario quien se ocupa de hacer los registros, en vez de contratar a un profesional con experiencia. El problema se traduce en una disminución del flujo de caja esperado, problemas de planificación, posibles sanciones y recargos por demora, e incluso mala imagen de cara a los clientes, proveedores y socios.
– Olvidarse de la conciliación bancaria. Verificar que lo registrado en los libros contables coincide con la imagen de las finanzas de la empresa que tiene la entidad bancaria es esencial para mantener la alineación con los planes estratégicos del negocio y evitar sorpresas desagradables. Muchas veces, la acumulación de pequeñas cantidades que no han sido anotadas o los fallos humanos en el registro de determinadas cifras a las que sobran o faltan dígitos o en las que los decimales no se marcan correctamente, llevan a resultados distintos. Esto se traduce en la irrealidad de las cuentas, que ofrecen una imagen del negocio distinta a la de la situación que atraviesa.
Además de estos tres errores tan típicos de la PYME, la contabilidad en los pequeños negocios puede verse afectada por las operaciones internacionales y los tipos de cambio, las tasas impositivas aplicables a las transacciones o los cambios en la legislación aplicable.
Ser capaz de tener todo bajo control es la mejor forma de ahorrar, la vía más directa para optimizar las inversiones y un seguro para la continuidad del proyecto empresarial en el tiempo.
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