10 pequeñas habilidades para un gran éxito
Gracias a la magia de los rendimientos compuestos, no es necesario ser una superestrella para lograr cosas increíbles, dice inversor de riesgo
Aprende a innovar como Elon Musk, a encestar como LeBron James o a actuar como Meryl Streep y, salvo que tengas una mala suerte espectacular, acabarás teniendo éxito. Pero alcanzar este nivel de habilidad está, por supuesto, más allá de la mayoría de nosotros. Sin embargo, existe otra forma de lograr un éxito impresionante para aquellos que no están dotados de un talento de talla mundial.
Lo que es cierto para el dinero es cierto para las habilidades.
A menudo se cita a Einstein diciendo que el interés compuesto es la «fuerza más poderosa del universo». Esa historia es probablemente apócrifa, pero la verdad subyacente detrás del sentimiento es innegable. Las inversiones modestas con pequeñas tasas de rendimiento pueden dar lugar a enormes beneficios con el tiempo (al igual que las pequeñas deudas con tasas usurarias pueden arruinar tu vida).
Y lo que es cierto para el dinero es cierto para las habilidades, argumentó recientemente el VC Morgan Housel de Collaborative Fund en su blog, que siempre invita a la reflexión. «Es tentador querer encontrar la gran habilidad que te distinga. Pero la mayoría de las cosas increíbles provienen de la composición, y la composición no es intuitiva porque los aportes incrementales nunca son emocionantes por sí mismos«, escribe.
El lanzamiento de cohetes y la obtención de Oscars acaparan los titulares porque las grandes y raras habilidades son atractivas. Las habilidades más pequeñas son menos atractivas, pero si se perfeccionan a lo largo del tiempo y se combinan con otras habilidades humildes pero útiles, pueden llegar a tener un gran éxito. Y este tipo de habilidades son mucho más asequibles para la mayoría de los mortales.
¿Cuáles son algunos ejemplos? Housel ofrece una larga lista, pero aquí hay 10 para empezar:
1. Curiosidad en todas las disciplinas, la mayoría de ellas ajenas a tu profesión. (Steve Jobs estaba de acuerdo con el valor de esta).
2. Un sentido bien calibrado de tu arrepentimiento futuro. (Recomendado por Jeff Bezos.)
3. Respetar la suerte tanto como el riesgo.
4. Una baja susceptibilidad al FOMO (miedo a perderse).
5. Un sensible detector de tonterías.
6. Valorar tu independencia por encima de las prioridades de los demás.
7. Respetar la historia más que las previsiones.
8. Pensar en probabilidades frente a certezas, incluida la idea de que una buena decisión puede dar lugar a un mal resultado y viceversa.
9. Abandonar mientras se está a la cabeza, antes de haber agotado o superado lo que te hizo triunfar.
10. Llevarse bien con la gente con la que no estás de acuerdo.
El mundo está lleno de malas noticias y razones para sentirse desanimado. El post de Housel es un buen tónico para contrarrestar los sentimientos de inadecuación y agobio. No hace falta ser un genio para hacer contribuciones sustanciales al mundo. Sólo hay que cultivar con tesón y reflexión una cartera personal de habilidades relativamente poco comunes pero útiles.
Y si eso no es suficiente para animarte, te dejo con las alentadoras palabras finales de Housel: