El ejecutivo efectivo – deGerencia.com
LIBRO DE NEGOCIOS

El ejecutivo efectivo

Trabajar duro no es suficiente La medida de un ejecutivo es su habilidad de hacer las cosas correctas, y hacerlas bien. Eso incluye hacer lo que otros pasan por alto, así como evitar aquello que resulta improductivo.

Un ejecutivo necesita de inteligencia, imaginación y conocimiento. Pero estas habilidades serían desperdiciadas si no tiene los hábitos adquiridos para convertirlas en resultados.

Ser un buen ejecutivo requiere mucho más que trabajar duro, tomar clases nocturnas o llevar trabajo a la casa. La idea no es trabaja mucho, sino trabajar efectivamente. Para ello, Drucker identifica cinco prácticas
fundamentales:

1.- Sepa en qué invierte el tiempo: identifique los “desperdiciadores de tiempo” suyos y de su compañía. ¿Está usted haciendo cosas que no necesita, como ir a reuniones improductivas?

2.- Enfóquese en la contribución: pregúntese a sí mismo, ¿qué puedo hacer para afectar de forma significativa los resultados de esta organización? Vaya más allá de su propia especialización.

3.- Desarrolle fortalezas: la suya propia y la de sus subordinados. Si usted trabaja con gente, benefíciese de sus fortalezas en lugar de concentrarse en sus debilidades o fallas.

4.- Establezca prioridades: haga las cosas más importantes primero, y haga una cosa a la vez. Aquellos que se comprometen con una larga lista de proyectos, y avanzan un poco cada día, no alcanzan resultados en ninguno.

5.- Sistematice la toma de decisiones: a) defina el problema de forma precisa y completa, b) especifique lo que la decisión debe lograr, c) convierta la decisión en acción (informe qué debe hacerse a quienes deba
hacerlo) y d) pruebe la efectividad de la decisión obteniendo feedback.





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