Diferenciarse o morir
Supervivencia en nuestra era de competencia a muerte Si no tiene un producto o un servicio que pueda decir que es diferente, no tiene nada. Con cerca de un millón de productos de marca en el mercado, los consumidores tienen más opciones de las que pueden manejar.
En un ambiente cada día más global y competitivo, ¿cómo lograr que su producto sobresalga?
Por más de 30 años, como consultor de empresas del Fortune 500, Jack Trout ha tratado de obtener la respuesta a esta interrogante.
Según Trout y Rivkin, es el proceso de diferenciación la técnica por la cual las asociaciones mentales se crean y se refuerzan en la mente del prospecto.
Las técnicas tradicionales de mercadeo tales como productos de calidad, creatividad publicitaria, ventaja de precio, y amplitud en la línea de productos, rara vez resultan.
Los autores se centran en otras estrategias que sí pueden ha-cer la diferencia: ser el primero (y mantenerse allí), tener un atributo discernible, tener trayectoria o herencia, y convertirse en el preferido de un grupo de consumidores particular, son algunas de ellas.