Aquí viene todo el mundo

El poder de organizar sin organizaciones. No hay nada más difícil que organizar a un grupo de personas. Este es el motivo por el que, hasta ahora, sólo las grandes corporaciones podían darse el lujo de pagar por los instrumentos y por la infraestructura que se requiere para sincronizar los esfuerzos mancomunados de muchas personas. Pero esto está a punto de cambiar.

Por primera vez en la historia, disponemos de toda una variedad de nuevos instrumentos sociales que facilitan la acción colectiva y la colaboración dentro de los equipos. Esto significa que el juego está cambiando para el mundo empresarial.

Debemos buscar la manera de aprovechar este tipo de instrumentos. Esto nos permitirá superar los retos que se avecinan. En cambio, si ignoramos dichos instrumentos, correremos el riesgo de perder un sinfín de oportunidades.