Los buenos gerentes no se concentran en las debilidades de los empleados, sino en sus fortalezas
¿Cómo diferenciar un buen gerente de uno malo? Es muy sencillo: los malos gerentes juegan damas, mientras que los buenos gerentes juegan ajedrez. Es decir, los buenos gerentes saben que no todos los empleados trabajan igual; saben que para obtener el