Tendencias de formación en la empresa
Las estadísticas del sector profesional indican que la cantidad de empresas que apuesta por el aprendizaje continuo no deja de aumentar. La formación en empresa es una tendencia clara. Se trata de un enfoque que ayuda a que los empleados de una gran cantidad de compañías alcancen mayores niveles de rendimiento. Al mismo tiempo, es una apuesta segura para el futuro del negocio.
Tanto líderes y altos cargos como cualquier otro tipo de profesional de las empresas se pueden beneficiar de manera importante de estos procesos de aprendizaje. El potencial de la formación en empresa aumenta cuando se aplica a toda la plantilla, combinando acciones de coaching y mentoring, cursos, seminarios y talleres.
Tendencias de formación en empresa: aprendizaje continuo para todos
Hasta ahora la principal preocupación de los tomadores de decisiones en relación a la forma de poner en marcha los procesos de formación en empresa se encontraba en reforzar los conocimientos técnicos y aislados de los empleados.
Esto significaba que, si un trabajador ocupaba una posición específica, los conocimientos que adquiriría estarían relacionados también con este puesto. Era la práctica habitual hasta hace poco y un concepto que podía ser adecuado en cierta manera. Sin embargo, resultaba limitado a la hora de proporcionar una mayor proyección a los empleados, ya que:
No se aprovechaba su talento multidisciplinar.
No se potenciaban sus funciones aplicadas a diversas tareas y acciones.
Resultaba poco dinámico y eso constituía un freno en un entorno empresarial tan ágil como el actual.
Este modelo de formación caduco, ya está siendo sustituido por un método más generalizado para la formación en empresa.
Quienes lo han probado han visto los beneficios que existen en aplicar los procesos de formación de una manera más natural y general en cada uno de los empleados. La clave está en sacar a los trabajadores de las zonas de confort en las que se encuentran para hacerles más valiosos. Para lograrlo se trabajan todo tipo de aspectos de los que puedan llegar a sacar provecho en el día a día de su empresa.
Los nuevos planes de formación contemplan todo tipo de habilidades y mejoras con las que los profesionales acaban siendo más útiles, más eficientes y más independientes, en el sentido de ser capaces de superar obstáculos por sí mismos.
Para una empresa, contar con el talento de un empleado bien formado, con gran destreza y de conocimiento múltiple, es ideal. Aún más importante en un momento en el que se requiere tener un equipo que siempre esté a la última y que demuestre capacidad para llevar sus niveles de habilidad mucho más lejos de donde están.
Áreas formativas de mayor popularidad
No todos los empleados van a ser líderes de equipo, al menos de momento, pero sí es importante que entiendan cómo piensa un líder, cómo actúa y qué es lo que siente cuando tiene que interactuar con sus colaboradores.
Preparación para el liderazgo en la formación en empresa
Es por ello que una de las tendencias en formación en empresa reside en formar a los empleados en cuanto a la forma de dirigir unidades y equipos de trabajo. Se les instruye para que tengan habilidades de liderazgo más remarcadas y que así sepan imponerse ante la aparición de oportunidades en su núcleo laboral. Es parte de los conocimientos que les permitirán convertirse en el empleado ideal para recibir un ascenso y comenzar a dirigir sus propios equipos.
Prevención de riesgos laborales en la formación empresarial
También tiene una importancia cada vez más gradual el conocimiento sobre prevención de riesgos laborales, lo cual puede llegar a ser especialmente positivo para la empresa. Tener un equipo formado en cuanto a la forma más segura de trabajar, con capacidad para anteponerse a la adversidad y para tomar decisiones en situaciones drásticas en las que puedan encontrarse, le puede aportar mucho bien a la compañía en la que trabajen.
Formación en idiomas, para una empresa distribuida y más horizontal que nunca
Lo mismo se puede decir de la importancia que gana año tras año la formación en idiomas. A las empresas les parece un factor imprescindible que su equipo de trabajo disponga de conocimientos de idiomas que no se limiten a los estándares. Aunque el inglés está cada vez más presente en la oficina, también se confía en otros idiomas de una importancia creciente, como es el caso del chino, francés o alemán.
La formación en empresa debería enfocarse en el aprendizaje continuo, ceder una relevancia especial a la adquisición de capacidades tecnológicas y aplicarse a todas las áreas de las empresas, tanto a los pequeños como a los grandes puestos. Desarrollar una fortaleza sostenible de este tipo no es algo que dependa de un determinado volumen corporativo. No obstante, se impone adoptar estas tendencias con mayor urgencia en aquellas empresas que están disfrutando de un mayor crecimiento y expansión. De esa forma siempre habrá empleados y líderes de equipo preparados para afrontar los cambios que se produzcan en el entorno de trabajo sin ningún tipo de problema.