Curso de contabilidad: mejor servicio, más valor
Un curso de contabilidad hoy no es igual que cómo habría sido hace unos años. La industria de la contabilidad ha cambiado con el tiempo y con los avances en tecnología. Si bien podemos pensar de inmediato en el ordenador, las primeras mejoras reales en la tecnología contable tuvieron lugar hace varias décadas, en el momento en que dejó de ser necesario agregar números manualmente. Después de esto, la profesión comenzó a cambiar a pasos agigantados con avances rápidos en la tecnología moderna.
Los primeros avances en tecnología contable que quedan muy lejos del curso de contabilidad actual
En la década de los 70, gran parte de las tareas de un contable estaban relacionadas con la entrada manual de débitos y créditos en libros de contabilidad. El lanzamiento del primer programa informático de hoja de cálculo en 1979, lo cambió todo, prácticamente de la noche a la mañana. Esta primera automatización conseguía que tareas que robaban a un contable alrededor de veinte horas a la semana, se pudiesen completar en solo 15 minutos con este nuevo programa.
A finales de la década de los 90 surgían los programas de contabilidad de escritorio. Con la llegada del software más avanzado, como Excel, la profesión daba un nuevo giro. En los últimos años, muchas de las empresas que ofrecían paquetes software de contabilidad han dado el paso a la nube.
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Hoy, los equipos contables más actualizados hacen uso de Internet para coordinar servicios para los clientes y agilizar las funciones de su competencia. El uso de la computación en la nube puede reducir los gastos de TI entre un 30 y un 70 por ciento, ahorros que pueden emplearse para dar un mejor servicio al cliente o avanzar en innovación.
Un curso de contabilidad en plena era digital debe centrarse en el manejo de este tipo de herramientas, para permitir a los alumnos aprovechar la tecnología de nueva generación para optimizar su rendimiento, minimizar los errores y lograr, en general, mejores resultados.
El curso de contabilidad y el balance como servicio
La tecnología moderna no solo ha simplificado la función de contabilidad para los contables, sino también para sus clientes. Los programas y aplicaciones de software que proporcionan un mejor seguimiento de las transacciones financieras y otros datos útiles hacen que el trabajo del contable sea más ágil. En el caso de una auditoría, la documentación requerida es de fácil acceso y en casi todos los formatos electrónicos.
La contabilidad basada en servicios ha supuesto un cambio radical, provocando la evolución de la profesión, tal y como se explica en un curso de contabilidad.
Debido a los avances en la tecnología moderna, la función de los contables en relación con las empresas a las que prestan servicios ha dado un giro, que tiene su origen en el hecho de que esta disciplina, como muchas de las funciones de procesamiento de datos ahora están automatizadas. Esto permite a los profesionales de la contabilidad proporcionar servicios de asesoría adicionales de valor agregado a sus clientes.
Algunos de estos servicios incluyen:
Interpretación de datos. Los datos ya no se entregan simplemente en informes periódicos, sino que ahora se pueden interpretar mucho más fácilmente. Esto incluye buscar puntos débiles en el negocio de un cliente y hacer sugerencias para mejoras.
Contabilidad forense. El tipo de servicios de auditoría interna que habrían tomado semanas o meses hace muchos años, ahora se puede ofrecer como un servicio estándar a los clientes para prevenir el fraude y evitar las disputas contractuales.
El alumno que estudiaba un curso de contabilidad hace algunos años nada tiene ya que ver con el estudiante de un curso de contabilidad en la era digital. Los avances en tecnología moderna han simplificado muchos procesos contables que ahora hacen posible que los profesionales de esta área proporcionen un nivel de servicios especializados mucho más alto que en el pasado.