Todo lo que debes saber sobre los líderes: mitos y realidades
Mitos y realidades del Liderazgo
“El líder nace, no se hace”. La realidad es que todos tenemos la capacidad de desarrollar habilidades de liderazgo. Si bien es cierto que hay personas que nacen con ciertas características que les da la posibilidad de ser grandes líderes en un tiempo más corto, prácticamente todos tenemos la capacidad de desarrollar nuestras habilidades de liderazgo. Asimismo, el liderazgo es una habilidad que requiere práctica; es tan importante el conocimiento como la experiencia.
“El Líder es alguien carismático”. Existen muchos ejemplos de líderes no carismáticos. El carisma es una característica que influye positivamente en el liderazgo pero no determina a un buen líder. El carisma es solamente un valor agregado del líder, no un elemento esencial.
Los resultados positivos o negativos se dan como consecuencia de comportamientos previos.
“El líder es infalible”. Esa era una idea del siglo pasado, cuando el líder tenía que ser alguien que tuviera conocimiento profundo y prácticamente integral de su área de trabajo. Hoy el conocimiento se ha incrementado a tal nivel que es casi imposible que un líder sepa de todo, por lo que, más bien, requiere ser un gran coordinador y armonizador del conocimiento de todo el equipo.
“Un líder debe generar un entorno agresivo”. Frases como “La letra con sangre entra” hacen referencia a un líder autoritario, dictatorial, vertical, y la realidad es que aunque los seres humanos necesitamos en muchos casos un líder con autoridad, hay muchos otros momentos donde el líder debe crear un entorno participativo y, justamente, ese tipo de entorno genera los grandes resultados que la organización espera.
El reconocimiento puede venir también desde abajo, del empleado hacia su jefe y eso es algo muy bueno.
“Un buen líder logra serlo con el paso del tiempo”. Es cierto que la edad nos da experiencia y la experiencia ayuda al liderazgo pero también es cierto que hay gente muy joven que en poco tiempo acumula la experiencia necesaria para ser un líder. Actualmente en el sXXI tenemos líderes que son de la generación millennial; que han armado empresas que han generado millones de dólares en muy poco tiempo y que han capitalizado bien la experiencia de sus antecesores. La experiencia suma pero no determina la calidad de liderazgo.
La representación de las mujeres en la fuerza laboral sigue siendo baja con un 39% según la encuesta.
“Un líder no delega lo que es importante”. Hoy los líderes más bien facultan a la gente para que hagan lo realmente importante. Delegar significa darle a la gente la posibilidad de hacer una tarea y facultar quiere decir darle el conocimiento profundo a una persona sobre un determinado campo de acción para que él tome las decisiones; por lo que un líder en la medida en que faculta a su equipo de trabajo, se compromete con su desarrollo, conocimientos y experiencias.
“Un líder posee el poder absoluto”. El liderazgo no se debe confundir con la palabra poder o autoridad. El poder y la autoridad es un liderazgo prestado, con fecha de caducidad. En este sentido, el liderazgo personal, el liderazgo que nace desde adentro no requiere de autoridad para influir positivamente en la gente. Tenemos que saber distinguir claramente el líder que, por poder, logra que la gente se mueva y el líder que, a través del ejemplo, la acción, el respeto, logra que la gente haga y se comprometa con su tarea. Si un líder basa su liderazgo en la autoridad, al momento en que pierde su posición, se acaba su liderazgo, pero si un líder lograr que su equipo lo admire y lo respete, harán lo que les diga, no porque tenga autoridad, sino porque le creen, porque confían en él. En ese momento el liderato se vuelve un liderazgo auténtico y genuino…