Dilma, la incorruptible
Se puede criticar a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pero no por falta de integridad. La joven revolucionaria torturada por la dictadura militar brasileña en los años 70 salió de la cárcel incólume, y, una vez recuperada la democracia, inició una larga carrera política en que las tácticas pueden haber cambiado -buenos días, real politik- pero no su fervor misional.
Dilma se ha forjado una merecida reputación de incorruptible. A pocos meses de asumir como presidenta de Brasil, despidió a seis ministros tras revelarse que habían estado involucrados en tráfico de influencias…