Smartphones: ¿teléfonos inteligentes o gasto innecesario? – deGerencia.com
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Smartphones: ¿teléfonos inteligentes o gasto innecesario?

Preguntaba hace un par de días Arturo en nuestra comunidad del ahorro cómo elegir entre un iPhone o un móvil HTC con Android y cómo saber qué tarifa conviene contratar. Para resolver algunas de estas dudas y saber si nos conviene tener un smartphone o sólo va a ser una fuente de gastos innecesarios, hemos preparado hoy una pequeña guía sobre los llamados teléfonos inteligentes.
¿Qué son?

Los smartphones se han popularizado en los últimos años y se han convertido en uno de los gadgets más deseados. Son el siguiente paso en la evolución de los teléfonos: móviles con un sistema operativo integrado que les permite comportarse como un pequeño ordenador que podemos llevar a cualquier parte y con el que podemos realizar muchas tareas. Desde las más sencillas y tradicionales (hablar por teléfono, mandar SMS/MMS) hasta otras más avanzadas (correo electrónico, fotos, vídeo) y otras funciones que van llegando y lo completan (GPS, acceso a Internet desde cualquier lugar, conexión con cualquier red social allá donde estemos, visionado de películas, series, vídeos y todo tipo de audio, etc…).

La mayoría de los smartphones tienen la posibilidad de aumentar sus funciones mediante aplicaciones creadas por terceros. Por ejemplo, es el caso de la App Store, uno de los inventos más rentables de Apple, con la que cualquier usuario de iPhone puede disponer, en cualquier lugar, de juegos, aplicaciones de productividad, software para encontrar los mejores restaurantes en nuestra zona, aplicaciones para localizar nuestro teléfono en caso de robo o pérdida, etc… Las hay gratuitas y de pago, muchas veces con precios baratos (por ejemplo, de un euro), lo que las convierte en algo aún más atractivo.

HTC MAgic
¿Cómo funcionan? ¿Cuánto gastan?

Para la mayoría de los smartphones es necesario contratar una tarifa plana de datos, de manera que podamos evitar sustos en la factura de final de mes. Oscilan aproximadamente entre unos 15 y 30 euros al mes y no son exactamente tarifas planas, ya que a partir de un número de GB descargados no se cobra más, pero sí disminuye la velocidad de descarga.

Para quienes no se sientan a gusto con las tarifas planas mensuales, las compañías telefónicas han comenzado a sacar tarifas de prepago, que funcionan igual que las tarjetas de prepago de los móviles tradicionales: si tienes 40 euros en tu tarifa, cuando los gastes descargando datos, ya no podrás navegar por internet.

Además, la mayoría de estos teléfonos inteligentes incorporan conectividad wi-fi. Es decir, que si están en una zona con una red inalámbrica abierta o una cerrada de la que conoces las claves de acceso, podrás navegar por internet sin coste alguno.
¿Son un capricho o son imprescindibles?

Como siempre, depende del usuario. Si eres de los que utiliza internet de forma intensa o necesitas estar conectado 24 horas por motivos laborales, un smartphone es una compra de la que es difícil arrepentirse. Gracias a ellos, la vida se hace más sencilla y, por qué no decirlo, más divertida. Los ratos muertos en los que antes mirabas a las musarañas, ahora los pasarás consultando en el teléfono alguna página web o tu correo electrónico. Son tan útiles como pueda serlo tener acceso a la red desde cualquier lugar: nunca te quedarás sin información.

Ahora bien, para quienes usan el teléfono móvil sólo para llamar o enviar SMS y sólo acceden a internet de vez en cuando, son un gasto más (y probablemente innecesario). Hay que tener en cuenta que, además de las tarifas de datos, hay que pagar las llamadas que se realizan y, por supuesto, el coste del terminal, que no suelen ser precisamente baratos.

Por ejemplo, el iPhone 3GS en Movistar cuesta 239 euros con una tarifa plana de datos de 25 euros al mes más un consumo mínimo de voz de 9 euros. Es un gasto importante que hay que mirar con cuidado, ya que además se establece un compromiso de permanencia de 18 meses. Echando cuentas y gastando lo mínimo pondríamos en unos 650 euros gastados en un año sólo para el teléfono móvil.

Nokia n97
¿Cómo elegir?

Cada maestrillo tiene su librillo, que diría el refrán, y de hecho verás defensores a ultranza de unos modelos frente a otros. Lo fundamental es saber que la mayoría de los smartphones comparten un defecto común: su batería es muy escasa y con un uso intensivo, no dura ni 24 horas (ni, muchas veces, ni la mitad). Es decir, que si necesitas un móvil que no te deje tirado, un smartphone tipo HTC Magic o iPhone no es la mejor opción: con él te acostumbrarás a llevar siempre un cable encima para poder recargarlo, bien desde la red eléctrica, bien conectado a un ordenador.

El iPhone sigue siendo el modelo a seguir por los fabricantes: su éxito radica en su sencillez de uso y en la cantidad de aplicaciones disponibles en la AppStore, aunque, como muchas cosas de Apple, su apuesta es por un entorno cerrado y controlado férreamente por la compañía. Frente a él, están teniendo muy buen recibimientos los modelos basados en Android, el sistema operativo creado por Google. La ventaja de Android es la de aopstar por un modelo mucho más abierto. Además, otras empresas como RIM, creadora de las famosas Blackberrys, han hecho una apuesta fuerte por adaptar sus modelos a esta nueva forma de comunicarse.

Como siempre, os dejo la opción que yo uso, que no tiene por qué ser la mejor, pero con la que estoy conforme: un iPhone 3G (el modelo anterior al más reciente, el 3GS) con tarjeta de prepago de Simyo (una de las operadoras móviles virtuales que funcionan en España)…



  • Ver original en Yo Llego a Fin de Mes.com
  • Publicado el viernes octubre 9, 2009


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