¿Se acerca el final del liderazgo de Wall Street?
La Bolsa estadounidense ha estado superando al resto de mercados en el año más duro que recuerdan los inversores. Si bien esto viene sucediendo en 2020, lleva ocurriendo desde el final de la crisis financiera. El dominio bursátil de la primera economía del mundo ha sido incontestado. Según recogen los expertos de Schroders citando al índice MSCI USA, las acciones de empresas de EE UU han subido un 13% anual en ese periodo frente al 6% de repunte anual que registra el índice de acciones globales que deja fuera a estas compañías. La pregunta que se hacen los expertos es cuánto durará este predominio.
Hasta el momento, el reinado de Wall Street se ha basado según explica Sean Markowicz, analista del equipo de investigación y análisis de Schroders, en la prima que han estado dispuestos a pagar los inversores a la hora de comprar acciones de las grandes tecnológicas y en un mayor crecimiento de los beneficios de sus cotizadas. “Por ejemplo, de 2009 a 2014, de nuevo utilizando los datos del Índice MSCI, los beneficios por acción de los EE UU crecieron un 17% anual, en comparación con sólo un 7% fuera de los EE UU”. El experto recalca que además de ser más rentables, las compañías estadounidenses han conseguido reinvertir sus beneficios a un mayor ritmo que sus homólogos internacionales. “Esas dos fuerzas han sido realmente las que han impulsado su comportamiento bursátil superior”, sentencia.
Ahora, Markowicz alerta sobre que lo mismo que fue capaz de alzar a Wall Street por encima del resto de índices mundiales, tiene visos de convertirse en la causa de su posible caída. Su tesis principal para sostener la idea gira en torno al hecho de que la mayor parte de la rentabilidad extra de la Bolsa en EE UU se ha movido en paralelo con las expectativas de beneficios relativas, o dicho con otras palabras, cada aumento de los beneficios de las empresas de EE UU en relación con el resto del mundo, se ha reflejado en el precio de las acciones. “Lo que está sucediendo ahora es que la brecha entre la rentabilidad relativa y las expectativas de beneficios se ha ampliado, esto sugiere que los inversores están dispuestos a pagar una prima por las acciones de EE UU, a pesar de que las previsiones de los analistas sobre los beneficios ya no apoyan eso. Los precios de las acciones de EE UU descuentan mucho optimismo”.
Por otro lado, el analista cree que Amazon, Google, Apple, Facebook y Microsoft corren el riesgo de “quedarse dormidas al volante”. “Cuando las grandes empresas crecen rápidamente y su mercado madura, pueden quedarse atrás en la innovación o la regulación obstaculiza su crecimiento. Como resultado, el precio de sus acciones sufre”. De suceder esto, Estados Unidos podría ver comprometido su dominio, ya que estas cinco compañías representan cerca del 23,7% del valor total del S&P500.
En su informe sobre perspectivas de mitad de año, BlackRock coincide en parte con la idea de Markowicz en el sentido de que la mayor gestora del mundo considera que en lo que queda de 2020, Estados Unidos puede hacerlo peor que Europa. “Hemos rebajado la recomendación de las cotizadas estadounidenses a una perspectiva neutral. Los riesgos de unos estímulos fiscales que se agotan y la extensión de la epidemia amenazan con hacer descarrilar el fuerte alza del mercado, las renovadas tensiones entre China y Estados Unidos así como las inciertas elecciones tampoco ayudan”, desglosan en su informe.
Siguiendo el camino opuesto que las estadounidenses, BlackRock mejoró su recomendación sobre las empresas europeas desde infraponderar a sobreponderar. “La región está expuesta a un rebote cíclico a medida que las economías reabren, respaldadas por una sólida política sanitaria y respuestas políticas galvanizadoras”.
Araceli De Frutos, asesora de Alhaja Inversiones y empresaria de asesoramiento financiero, cree en cambio que el posible mejor desempeño de Europa frente a Estados Unidos puede tratarse en realidad de un espejismo. La experta admite que en las últimas semanas sí que ha podido haber un cierto interés por Europa frente a Estados Unidos, algo que se explicaría por la aprobación del fondo de reconstrucción, la fortaleza del euro frente al dólar y las incertidumbres que rodean al paquete fiscal en EE UU, sin olvidar las causadas a cuenta de las elecciones, algo que según adelanta De Frutos, va a estar en el tercer trimestre en boca de todos. “Siempre estamos a la espera de que llegue el año de Europa, pero se ve claramente que los resultados empresariales estadounidenses están por delante de los europeos, no solamente en el caso de las tecnológicas, sector muy superior en EE UU, sino en otras actividades también”, concluye la experta.