«Reciclar no es una moda, es un negocio y una necesidad»
Ranjit S. Baxi, ciudadano inglés de origen indio, comercia con reciclables desde hace 35 años. Fundador y presidente de una de las principales empresas exportadoras de reciclaje de papel en Europa, J&H Sales International, la compañía opera en el Viejo Continente, Estados Unidos y Asia. Es, además, presidente desde 2015 de la Oficina Internacional de Reciclaje (BIR) ââ¬âla patronal mundial del sectorââ¬â y autor del libro «Reciclando nuestro futuro, una estrategia global». La industria que lidera da trabajo a más de 1,6 millones de personas a nivel mundial y comercializa más de 600 millones de toneladas de materiales reciclables cada año, que generan más de 171.000 millones de euros anuales, según cifras del BIR, que acaba de celebrar en Barcelona su cumbre anual. Baxi profesa la religión sij y su nombre significa «aquel que no pierde batallas».
¿Estamos perdiendo la batalla del reciclaje?
Mi misión es que no sea así, que veamos a los reciclables como un séptimo recurso y no los desperdiciemos.
¿Desperdiciar?
Uno de los retos de la industria es conseguir mejores materiales para reciclar. Si no hay calidad, el proceso se encarece, deja de ser viable y la basura se queda como basura. Es uno de las demandas que hace China.
¿Cómo mejorar su calidad?
Invirtiendo en una mejor separación, volviendo el reciclaje una prioridad y educando, porque si no conectamos con el consumidor no podremos crear conciencia.
¿Qué hacen desde el BIR para conectar?
Hemos creado el día mundial del reciclaje, el 18 de marzo, que se celebró este año por primera vez. Además, creamos sinergias entre gobiernos y empresas, así como entre empresas de distintos países, y organizamos encuentros internacionales para compartir buena praxis (como el que se llevó a cabo hace unos días en Barcelona). Promovemos leyes que ayuden a la industria. Proponemos, por ejemplo, que el impuesto de basuras se devuelva a las empresas dedicadas al reciclaje y la separación para conseguir más calidad en lo que se recoge y reducir el coste del producto final.
¿Reciclar es un negocio o una necesidad?
Siempre que alguien compra y alguien vende hay un negocio. En este caso, unos venden basura y otros compran material en bruto y, por ende, el medio ambiente se ve beneficiado.
¿Por qué es importante separar?
Los sistemas de separación se han perfeccionado y cada vez es más fácil hacerlo, aunque toda la basura venga en la misma bolsa; sin embargo, para garantizar la calidad del material, es esencial que, desde el origen, el consumidor separe la basura húmeda de la seca. Si el papel se junta con alimentos se echa a perder y necesita más recursos para su reciclaje.
Seco y húmedo, ¿eso es todo?
Lo mínimo sería también separar el cristal y el plástico. Con ello, se conseguirían desechos que cumplan los estándares de la industria.
Lo mínimo parece imposible…
El reciclaje de papel ahorra un 65% de la energía necesaria para fabricar papel nuevo y reduce la contaminación del agua necesaria en un 35%, así como la emisión de CO2 en un 74%. Es impostergable hacerlo posible.
Es un reto global.
La contaminación no necesita de un visado para viajar, se desplaza a través del aire o el agua. Es urgente que todos nos involucremos en este tema: países en desarrollo y países desarrollados, gobiernos, empresas y consumidores.
¿Cómo involucrarse a nivel personal?
Debemos, además de separar, sobre todo, evitar el despilfarro que el nuevo estado de bienestar implica. Debimos haber empezado hace 20 años. Hay que preguntarse dónde terminará lo que consumimos. Hay que evitar los plásticos de un solo uso. Nos hemos convertido en una sociedad vaga e inconsciente, nuestro futuro está en peligro. Reciclar no es una moda, es necesidad, y también negocio.
En los países en desarrollo, el consumo es bajo.
Tendríamos que aprender de ellos a comprar solo lo necesario, compartir, reutilizar y cuidar lo que tenemos.
¿Qué pueden aprender de Europa?
A separar mejor. En esos países, el reciclaje está en su infancia.
Y, sin embargo, el BIR cumple 70 años.
Por la precariedad y la dificultad para conseguir materia prima, en 1948, varios países se unieron y crearon la Oficina. En 1995 se invitó a empresas a participar. Ahora somos 850 firmas y 40 federaciones de 70 países. En 10 años, el sector de reciclaje duplicará su facturación.
¿Juntos somos más fuertes?
Imagine el ahorro si durante una semana 9.000 millones de personas no usan una sola bolsa de plástico.