¿Qué fue lo que realmente derribó al Boeing 737 Max? – deGerencia.com
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¿Qué fue lo que realmente derribó al Boeing 737 Max?

El vuelo 610 de Lion Air se dirigió hacia la pista del aeropuerto principal de Yakarta, Indonesia, transportando a 189 personas con destino a la isla de Bangka, un vuelo de distancia corta. El avión era la última versión del Boeing 737, un nuevo y brillante 737 Max que había sido entregado apenas tres meses antes. El capitán era un indio de 31 años llamado Bhavye Suneja, que hizo su entrenamiento inicial de vuelo en una pequeña y ya desaparecida escuela de San Carlos, California, y optó por un trabajo de nivel básico en Lion Air en 2011. Lion Air es una aerolínea agresiva que domina los vuelos de bajo costo en un mercado indonesio en rápida expansión y uno de los mayores clientes de Boeing en todo el mundo. Es conocida por contratar pilotos sin experiencia -la mayoría de ellos recién graduados de su propia academia– y por pagarles poco y trabajar duro. Los pilotos como Suneja, que venía del extranjero, normalmente se alistan con la esperanza de sumar horas de vuelo y pasar luego a un trabajo mejor. Lion Air puso un tiempo en el simulador y le dio un uniforme, luego lo colocó en el asiento del copiloto de un 737 y finalmente lo convirtió en capitán antes de lo que lo hubiera hecho una aerolínea convencional. Sin embargo, para el pasado 29 de octubre, Suneja había acumulado 6.028 horas y 45 minutos de vuelo, por lo que ya no era un principiante. En el corto plazo le tocaría a él volar.

Su copiloto era un indonesio 10 años mayor que él, se llamaba Harvino y tenía casi la misma experiencia de vuelo. Durante el vuelo, él se encargaría de las comunicaciones por radio. No se ha hecho referencia al entrenamiento inicial de vuelo de Harvino. Había acumulado unas 900 horas de vuelo cuando fue contratado por Lion Air. Al igual que miles de nuevos pilotos que ahora satisfacen la demanda de personal -especialmente en los países en desarrollo con un rápido crecimiento de las aerolíneas-, su experiencia de vuelo estaba determinada por manuales, atada a las listas de verificación y los procedimientos en la cabina, y dependía de los pilotos automáticos. Había memorizado los procedimientos de acuerdo a los manuales que transmitían los grandes fabricantes, pero tenía serias debilidades en una cualidad esencial conocida como la destreza aeronáutica. Lamentablemente, su capitán tampoco contaba con ésta.

«Destreza aeronáutica», o «airmanship», es un concepto anacrónico, pero se aplica sin prejuicios tanto a mujeres como a hombres. Su significado completo es difícil de transmitir. Incluye un sentido visceral de la aeronavegación, una comprensión operativa del tiempo y de la información meteorológica, la capacidad de formar mapas mentales de los flujos de tráfico, la fluidez en las sutilezas de las comunicaciones por radio y, especialmente, una profunda apreciación de la interacción entre la energía, la inercia y las alas. Los aviones son seres vivos. Los mejores pilotos no se sientan en las cabinas sino que se atan a ellas. La Armada de los Estados Unidos logra inculcar este sentido en sus nuevos pilotos de combate al hacerlos pasar por rigurosas instrucciones en el aula y luego exigirles que vuelen al límite de las posibilidades, incluso de cabeza. No se puede esperar lo mismo de los pilotos de aerolíneas que nunca vuelan en soledad y cuya experiencia consiste en cuidar a pasajeros que se estremecen con una turbulencia leve, y que se refieren a «bolsas de aire» en una fiesta y piensan que están cerca de la muerte si el avión se alabea a 30 grados. El problema ocurre también con muchos pilotos americanos y europeos. A menos que hagan esfuerzos extraordinarios -por ejemplo, salir a hacer acrobacias, volar planeadores o deambular entre las pistas de aterrizaje improvisadas en las áreas silvestres Idaho-, es posible que nunca desarrollen verdadera destreza aeronáutica sin importar la duración de sus carreras. Los peores pilotos viven intimidados por sus aviones y permanecen así hasta que se retiran o mueren. Es lamentable que los que mueren en las cabinas de mando tienden a llevarse a sus pasajeros con ellos…



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  • Publicado el domingo septiembre 22, 2019


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