Peligro de estafas se desata dentro del mundo de las criptomonedas
Cuando Peggy y Marco Lachmann-Anke se enteraron en enero de que los piratas informáticos descifraron su contraseña de 40 caracteres y limpiaron su cartera de criptomonedas, no acudieron a la policía ni alertaron al emisor de la moneda, la firma tecnológica alemana IOTA.
Compraron más monedas.
La pareja alemana, residentes en Chipre, que se describen a sí mismos como educadores financieros, pensaron que no tenían ninguna posibilidad de recuperar las monedas y ni siquiera estaba claro quién podría ocuparse de su caso….