Para “desdolarizar” la economía, primero hay que fortalecer el peso argentino
Varios de los que podrían encargarse de la economía del próximo gobierno, seguramente con la mejor intención, han expresado la necesidad de “desdolarizar”.
Esta opinión es peligrosa. En lugar de fortalecer nuestra moneda y así contribuir a tal desdolarización, pueden agravar el problema, porque ello revela que no comprenden cabalmente su raíz.
Lo que pretenderían es revertir el proceso de dolarización al que ha llegado la gente y las empresas. ¿Habría que preguntarse por qué ha sucedido ello? Es obvio: nadie quiere tener pesos en su haber. Y se reacciona así, frente a la continua depreciación de nuestra moneda. Los pesos pierden valor por la desconfianza que existe desde el mercado hacia éstos y por el exceso de oferta monetaria no demandada.
Creer que la desdolarización es una herramienta resulta tan inútil como pretender mantener una cantidad de agua en una mano. Antes que tener el líquido, hay que asegurarse el vaso.
Más claramente: la desdolarización sólo se dará como producto de la estabilización económica y no a resultas de un programa de políticas que, para alcanzar tal meta, circunscriba las libertades individuales.
Los pesos pierden valor por la desconfianza que existe desde el mercado hacia éstos y por el exceso de oferta
Dar valor a nuestra moneda es tarea difícil pero, si se hace con cordura y perseverancia, brinda el resultado esperado. La inflación es la cara de su depreciación. Es el resultado de la monetización del déficit fiscal, de los redescuentos, de la compra de divisas para las reservas y del sistema bancario.
Mayor resulta el ratio de inflación, mayor es el deseo de abandonar la posesión de pesos. El deseo de poseerlos se conoce como demanda de dinero. Los pesos se demandan si con estos pueden hacerse todo tipo de transacciones y si, además, sirven como depósito de valor (ahorro). Porque la función de los pesos es operar como reserva de valor y como unidad de intercambio. Si no cumplen adecuadamente esta función, su demanda tiende a desaparecer, para ser sustituidos por dólares.
¿Por qué hay inflación en la Argentina? El nudo central es que este fenómeno proviene de una mayor creación de pesos o de una caída en su demanda o de la combinación de ambos fenómenos. Al reducirse su demanda, la velocidad con la que circulan es mayor. Cuanto más se acelera la rotación, mayor es el deseo de reservar valor mediante la tenencia de dólares. Así la confianza tiende a desaparecer. La confianza es la roca que sostiene el valor de los pesos…