Los ingredientes de las listas «Forbes»
El año que viene la revista «Forbes» cumplirá 100 años de vida desde que fue fundada por B.C. Forbes, un columnista de finanzas del Grupo Hearst, y su socio Walter Drey en Nueva York, cuya mítica Quinta Avenida acoge su sede. A nivel mundial, según datos de la propia empresa editora, la cabecera cuenta con más de 6 millones de lectores en todo el mundo y 37 ediciones locales. En España, el primer número salió a la calle en marzo de 2013 de la mano de Spainmedia y, según los datos más recientes de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD), ronda ya los 25.698 ejemplares de promedio repartidos mayoritariamente entre Madrid y Barcelona. Pero por lo que es conocida esta cabecera es por sus listas, que viene realizando desde 1987 cuando publicó, por primera vez, la de los más ricos. Como reconoce Andrés Rodríguez, director de Forbes España, «cuando publicamos la lista de los hombres más ricos sucede como con Hollywood y los Oscar, que se acuerdan de nosotros y tenemos un momento álgido, pero a lo largo del año publicamos varias listas más». Rodríguez reconoce que este formato hunde sus raíces en las listas de éxitos de la música popular de los años sesenta y que, de esta manera, la revista quiere hacer la información más accesible al lector. Este periodista explica que «cada lista tiene una metodología diferente y que Forbes no es el inspector de Hacienda, aunque pone en relación diferentes datos», y añade que muy probablemente la propia fuente tenga una mejor información. «Las españoles más ricos» Entonces, por ejemplo, ¿cómo se cocina la lista de «Las 100 personas más ricas de España»? El máximo responsable de la edición española de Forbes destaca que con este ranking, que publican cada mes de noviembre, mide «las posiciones únicas de estas personas». Para lo que utilizan como ingrediente principal lo declarado al Estado sobre su patrimonio acompañado de otros datos, como la capitalización bursátil ââ¬â el valor en Bolsa- de las empresas que poseen. «Sin embargo, no podemos medir lo que tienen en su cuenta bancaria o si han comprado una casa», matiza Andrés Rodríguez quien asegura que nadie entra en esta lista «en una posición alta, de un año a otro». En este sentido, reconoce que son datos que dan mucho juego pero que, previa a su publicación, siempre contrastan con sus protagonistas para que «testen» el plato: «Intentamos que se impliquen y nos ayuden. Además si nos aportan algún dato nuevo, lo comprobamos para que toda la información sea lo más solvente posible», explica este periodista que ha pasado por otras publicaciones como «Rolling Stone». Ahora, a decir suyo, sus protagonistas se muestran esquivos y no faltan los comentarios de los aludidos: «No les gusta salir», reconoce Andrés Rodríguez quien lo achaca a que «el dinero en el ser latino no está bien visto» frente a otras culturas como la anglosajona, en la que la riqueza está ligada a la inteligencia. Al hilo de lo anterior, reconoce, que «todos tendemos a pensar que cuando alguien posee mucho dinero es porque parte de este no lo ha conseguido de forma legal». Como ejemplo cita las duras críticas recibidas por Amancio Ortega, tras su donación de 20 millones de euros a Cáritas. Si estas listas son una receta contrastada por la experiencia familiar- en este caso de sus compañeros de Forbes en Estados Unidos- la materia prima de la que se sirven también tiene cierto abolengo. Por ejemplo, el fundador y primer accionista de Inditex Amancio Ortega ha estado en el primer lugar en las tres ediciones de la lista de «Las 100 personas más ricas de España» – a nivel mundial no ha caído de los diez primeros puestos desde 2009- repitiendo en el top 3 junto a Rafael del Pino o Juan Roig repitieron en 2014 y 2015, aunque según la propia revista el año pasado entraron 10 nombres nuevos, e incluso, Luis Arregui y Manuel Edelmiro Añón retornaron a este ranking. «En el caso de los más ricos, no se varía mucho», constata Rodríguez quien recuerda que en el caso de España estamos ante «una economía de capitalistas familiares que mantienen gran parte de la riqueza del país y forman parte del tejido empresarial del país». En esta línea, en su opinión, estar en una de las listas de Forbes significa prestigio aunque también «una llamada de atención a la sociedad sobre el éxito» de estas personas. Listas para todos los gustos Pero no sólo de la «Lista de los hombres más ricos del mundo» vive la revista estadounidense, sólo la edición española elabora las listas de los abogados españoles más influyentes- Rodríguez aclara que «la facturación es sólo uno de los datos que se tienen en cuenta»- , del mejor CEO del año que salió a la luz en el número de febrero; de las mejores ciudades para hacer negocios, de las escuelas de negocios más prestigiosas y de las mujeres más poderosas. A nivel global, «Forbes» genera más de 50 listas o ranking de diferentes de temáticas que van desde las finanzas al deporte pasando por la educación, algunos de ellos tienen un carácter local como «Los 50 hombres más ricos de Hong Kong» y el resto de sus variantes (China, India, Taiwán, África, Corea, Japón, Filipinas, Singapur…). Otros listados son más globales como «Las compañías más poderosas del mundo», «Los hombres más influyentes», «Los mejores países para hacer negocios» o «Las mejores escuelas de negocios»…