Las empresas familiares alimentan al capital riesgo
No es ningún secreto que el apetito de los fondos de capital riesgo por las empresas españolas está en su mejor momento. Su inversión en el país hasta septiembre ya pulverizó su máximo de todo 2017 hasta superar los 5.000 millones de euros, según los datos de Ascri, la asociación del sector.
Los expertos, sin embargo, apuntan que estas cifras deben analizarse bien para sacar las conclusiones adecuadas. Solo hay unas pocas operaciones de más de 1.000 millones de euros (big deals, en la jerga) entre fondos y grupos industriales, que adulteran el cómputo final. Solo la venta del 20% de Repsol en Gas Natural a un consorcio formado por CVC y Corporación Alba, el brazo inversor de la familia March, por más de 3.800 millones supone más de la mitad del montante total. A esta operación hay que sumar, entre otras, la compra de la productora Imagina por el fondo chino Orient Hontai o la venta por Cinven de Ufinet.
Unas operaciones que disparan la cifra de inversión pero que esconden el día a día del sector. Según los datos recopilados por el grupo español independiente de inversión alternativa global Altamar, dos tercios de las inversiones de los fondos de capital riesgo desde 2017 han ido a empresas familiares. No en vano uno de los problemas reiterados sobre el tejido empresarial español, donde reina aún la pyme, es su dificultad para romper el techo de cristal de la internacionalización. Y los fondos de capital riesgo aseguran ser los socios ideales para conseguir romperlo…