Las ciudades del futuro ya están aquí
Caminar al aire libre por el Paseo del Prado o La Ramblas conectados a una red Wifi, o ver en el móvil cuál es la plaza de aparcamiento libre más cercana, o que el smartphone avise de cuándo pasa el autobús por determinada parada son solo anécdotas de todas las grandes posibilidades que ofrece la ciudad 4.0. Las «Smart Cities», como también se conoce a estas grandes urbes del futuro, son un concepto integral en el que la digitalización mejora la calidad de vida de los ciudadanos y, a la vez, permite importantes ahorros en las arcas públicas (y también al consumidor).De hecho, el informe
«Hacia la ciudad 4.0. Análisis y perspectivas de las Smart Cities españolas»,
elaborado por la consultora KPMG en colaboración con Siemens, destaca que las nuevas tecnologías aplicadas a la gestión de aguas, residuos, alumbrado, movilidad y edificación ahorraría entre un 20 y 60% en gastos a los ayuntamientos.
Analizamos cómo 10 ciudades españolas están desarrollando su modelo de Smart City en el informe «Hacia la Ciudad 4.0: Análisis y perspectivas de las Smart Cities españolas» elaborado por KPMG con la colaboración de @siemens_es https://t.co/7fe9vzwhHv pic.twitter.com/0ert2MTCZTââ¬â KPMG España (@KPMG_ES)
17 de noviembre de 2017Son ciudades sostenibles medioambiental y económicamente, eficientes, hiperconectadas, donde el ciudadano participa activamente… con plataformas de gestión de tráfico para detectar y reducir atascos, con tecnologías LED en todo el alumbrado, con edificios sostenibles, con herramientas que monotorizan fugas y presiones de agua, con soluciones inteligentes para la recogida y tratamiento de residuos… Muchas de las soluciones urbanas más innovadoras se han presentado esta semana en Smart City Expo World Congress 2017, en la Fira de Barcelona, donde han estado representadas más 700 ciudades de todo el mundo. Se han visto drones que revisan el alcantarillado, cámaras en coches de Policía que leen 4.000 matrículas al minuto, centros de control que recogen datos en tiempo real y pueden saber cuántas personas exactamente están entrando en un estadio de fútbol o cuántas camas libres hay en un hospital…
Las grandes urbes del futuro ya se están diseñando. Incluso muchas ya están iniciado el proceso de la transformación 4.0. Es el camino. La ONU prevé que hasta el 70% de la población viva en megaciudades en 2050 (hoy es el 55%). Habrá otras necesidades. Eso, unido a la revolución tecnológica sin precedentes hace que cambie toda la forma de entender, configurar y estructurar una ciudad. Y la manera de vivir en ella.
La ONU prevé que hasta el 70% de la población viva en megaciudades en 2050, hoy es el 55%
Diferentes ranking pueden dar idea de cómo se encuentran las ciudades españolas en su proceso al 4.0. Por ejemplo, el ranking de la consultora IDC, centrado solo en España, sitúa a Málaga, Barcelona, Santander, Madrid y San Sebastián en los cinco primeros puestos. La escuela de negocios IESE, que prepara anualmente una lista internacional, incluye en el top 50 de las «Smart Cities» a Barcelona, Madrid, Valencia, La Coruña, Bilbao, Sevilla y Málaga.
La Red en España
Sin embargo, solo 65 ciudades españolas conforman la Red Española de Ciudades Inteligentes que se creó en 2011. También contamos con un Plan Nacional de Ciudades Inteligentes. Ambos pilares permiten que nuestro país cuente con elementos suficientes para convertirse en un referente en las megaurbes del futuro. Aunque, por ahora, «los municipios españoles se encuentran en un estado incipiente de desarrollo», reza en el informe de KPMG.
«Vamos a asistir en los próximos diez años a grandes cambios en la ciudades», asegura Rosa García, presidenta y CEO de Siemens. «Los alcaldes deben ser conscientes de que cada ciudad es diferente y tienen distintas necesidades, deben ser capaces de crear su propio plan para tener una ciudad del futuro, planificar y no copiar soluciones de otros que quizá no sirvan para su propio ayuntamiento», explica. Por ahora, el estudio de KPMG refleja que ya hay consistorios que se han puesto en marcha con ese objetivo. El informe se hizo sobre diez ayuntamientos (Vigo, La Coruña, San Sebastián, Bilbao, Madrid, Valladolid, Sevilla, Málaga, Barcelona y Las Palmas de Gran Canarias). Pues ocho de ellos ya contaban con una estrategia 4.0 formaliza y conocida. «Y siete dicen que se encuentra en la mitad del camino», cuenta Rosa García.
«Es un proceso complejo», sostiene Natán Díaz, socio de Management Consulting de KPMG en España. No exento de obstáculos. Uno de ellos es que todavía hoy día faltan perfiles para la gestión de las «Smart Cities» y para la aplicación de las TIC en el urbanismo. Pero el más señalado por los alcaldes es la financiación. «Las administraciones no se ven capaces de abordar el proceso a la ‘Smart Citie’ solas. La transformación debe basarse en la colaboración público-privada», dice Díaz.
«Las administraciones no se ven capaces de abordar el proceso a la Smart Citie solas. La transofrmación debe basarse en la colaboración público-privada»
Las poblaciones de más de 200.000 habitantes invierten de 20 a 40 millones de euros para el desarrollo de proyectos inteligentes. «Es necesario incrementar las inversiones», dice el informe. En general los proyectos de inteligencia urbana que más se están desarrollando están relacionados con el medio ambiente (automatización del riego en parques, gestión de residuos) y la movilidad (gestión de tráfico y promoción del vehículo eléctrico).
«Hay innumerables proyectos que tendrían un retorno rápido al ciudadano. Por ejemplo, se ahorraría mucho dinero (hasta 244 millones de euros) instalando válvulas de presión para evitar las fugas de agua. Proyectos así liberarían fondos para seguir acometiendo el proceso a la ciudad inteligente», explica la CEO de Siemens. García pone como ejemplo Madrid por la sostenibilidad en la gestión de residuos, Londres por el establecimiento de perímetros virtuales para detectar la concentración de polución; Singapur por su sistema de depuración de aguas fecales para su reutilización… Los alcaldes españoles miran sobre todo a las ciudades anglosajonas (Dublín, Londres, Brístol,Birminghan…) como modelos.
La medición de datos en las ciudades puede ser clave en la toma de decisiones. Pero ¿qué servicios se pueden medir?https://t.co/MA8ssajha6 pic.twitter.com/zd3K6gOyCnââ¬â KPMG España (@KPMG_ES)
17 de noviembre de 2017Para lograr la ciudad 4.0 hay que trabajar en varias direcciones, aconseja Jesús María Daza, country División Lead de Building Technologies de Siemens España. «Las administraciones ââ¬âdiceââ¬â tienen que crear una marco legal adecuado para que se puedan desarrollar las ‘Smart Cities’. Después actuar como promotores, dando ejemplo con edificios públicos sostenibles; promocionar ayudas para acometer los proyectos y educar y generar una cultura de la ciudad inteligente». Con esta base, la ciudad 4.0 se adelantará al futuro.
Edificios sostenibles: Los sistemas de edificación inteligentes lograrían reducir entre un 30 y 50% el consumo de energía y agua, lo que se traduce en un ahorro de 400 euros por metro cuadrado al año. Un edificio de este tipo dispondría de servicios como una central que avisaría directamente a los bomberos al detectar un incendio.
Alumbrado público: Supone un gasto de 740 millones de euros al año para el conjunto de los municipios españoles. Si se instala tecnología LED, «smart grids» y sensores de movimiento el consumo se reduciría entre un 50 y 60%, lo que se traduce en un ahorro de entre 370 y 445 millones de euros para todos los ayuntamientos del país.
Gestión residuos: El gasto total de los municipios en la recogida de residuos urbanos es de más de 2.425 millones al año. Con soluciones inteligentes, como redes de contenedores inalámbricos, se ahorraría entre 485 y 970 millones anuales. Se reducirían las rutas de recogida en un 30% y habria menos emisiones de CO2.
Tráfico: Los problemas de movilidad son uno de los grandes retos para la ciudad 4.0. Sin embargo, las plataformas que gestionan el tráfico se reducirán los atascos, el ciudadano ahorraría tiempo… Y se reducirían el coste medio per cápita que suponenlos atascos: cerca de mil euros por habitante en una gran ciudad.