La mayoría de los estadounidenses está en aprietos para vencer la adversidad
La resiliencia está en riesgo para el 60 % de los estadounidenses, a quienes este año de pandemia se les vino el mundo encima con todos los problemas a la vez, según un estudio divulgado este martes por la aseguradora médica Cigna que busca respuestas para «sobrevivir» a esta y futuras crisis.
Doris Muñoz, médica de familia de Cigna, dijo a Efe que la sociedad está enfrentando a la vez la COVID-19, la injusticia social, la recesión económica, el aumento de la división y la polarización política, que están poniendo en peligro esa «capacidad de superar las adversidades con rapidez».
«Estos son tiempos impredecibles, que nunca habían pasado o nos hemos dado cuenta de que están pasando todas las cosas al mismo tiempo», enfatizó la directiva médica de Cigna.
Señaló que esa abrumadora realidad fue evidente en las entrevistas que hicieron entre julio y agosto pasado a más de 16.500 personas en Estados Unidos para analizar por primera vez y a fondo la resiliencia.
El Índice de Resiliencia de Cigna, el segundo de este tipo después de que la empresa analizó en otro la soledad, dejó ver que tres de cada cinco encuestados está en riesgo de perder esa capacidad para enfrentar el futuro.
Además, solo el 37 % de los trabajadores de tiempo completo son considerados muy resilientes, lo cual empeora, según Muñoz, entre los desempleados y trabajadores de medio tiempo debido a esa reducción de la «seguridad» para poder proveer a la familia.
Sin resiliencia, las personas tienen más probabilidades de experimentar estrés, ansiedad y depresión y recurrir al aislamiento social, el abuso de drogas y alcohol, detalló.
Manifestó que se trata de un círculo vicioso que hay que detener porque ese deterioro lleva a «disminuir aspiraciones escolares y laborales».
A EJERCITAR LA RESILIENCIA
«La resiliencia no es un atributo estático, sino que funciona más como un músculo que se puede fortalecer y desarrollar con el tiempo», explicó David Cordani, presidente de Cigna.
En ese sentido, Muñoz hizo un llamado a «ejercitarlo para que no se enferme» y para ello hacer uso de varias herramientas como mantener la salud mental y física y tratar de estar conectados con la familia, pese al distanciamiento social por la COVID-19.
«Cuando se conecta virtualmente hace que también suba la resiliencia», aseguró.
Subrayó que cada persona debe ser su propia prioridad, debe investigar lo que está bajo su control, hacer uso de esas herramientas y unir esfuerzos con la comunidad.
«Cuando sentimos que estamos más apoyados por nuestra comunidad, cuando sentimos un sentido de pertenencia donde estamos, nuestra resiliencia sube, cuando sentimos que estamos incluidos, que la gente nos acepta como somos, también sube», detalló.
Agregó que los niños y los jóvenes van a estar «más listos» y serán más resilientes si se les habla de la existencia de la adversidad, sin darles muchos detalles, especialmente a los menores, para no preocuparlos.
LATINOS JÓVENES EN RIESGO
La experta señaló que entre los hispanos de 18 a 23 años, hubo «hallazgos preocupantes», teniendo en cuenta que ellos van a ser «los líderes del futuro».
Subrayó que el 52 % piensa que son tratados de manera injusta, que solo el 65 % se siente que están conectados con la comunidad y el 46 % dice que han sentido de alguna manera discriminación racial.
Lamentó que la sociedad no está aceptando esa diversidad y está haciendo «las líneas de esa división cada vez más marcadas».
En general, entre los jóvenes de 18 a 23 años afroamericanos, latinos y asiáticos, alrededor de la mitad dice que ha experimentado discriminación racial, en comparación con solo el 17 % de blancos.
Para los adultos jóvenes, las muertes recientes de afroamericanos «son significativamente más estresantes que la incertidumbre económica actual».
Por otro lado, el índice halló además una gran disminución de resiliencia entre los niños entre los 11 y 13 años y niveles más agudos de baja resiliencia entre los 18 y 23 años.
Ello aumenta en esta población las probabilidades de tener baja autoestima, un peor desempeño en el aula, aspiraciones educativas más bajas y requerir tratamiento por un problema de salud mental o conductual.
Por otro lado, el 45 % de los niños de 5 a 10 años son considerados resilientes, pero esa cifra disminuye al 34 % en niños de 11 a 13 años, y al 22 % en adultos jóvenes de 18 a 23 años.
Los niños que utilizan las redes sociales por menos de cinco horas al día tienen más probabilidades de ser resilientes que aquellos que las usan más de cinco horas (42 % frente al 30 % ).
Y los menores que crean contenido original tienen mayores probabilidades de ser resilientes que los que solo consumen contenido (39 % frente al 34 % ).
Aproximadamente tres de cada diez niños dicen que solo algunas veces o nunca sienten que pueden integrarse, y quienes dicen que nunca lo logran tienen veinte veces más probabilidades de ser poco resilientes.
Muñoz dijo que la resiliencia de los estadounidenses está en riesgo y cada vez va a ser peor, pero que lo podrán superar, como han hecho en otros tiempos.
«Debemos aferrarnos a nuestras herramientas en el trabajo, en la comunidad, en la familia, de tratarnos de conectar, sentirnos más unidos para que la resiliencia suba», agregó.