Industria de los videojuegos: ¿es rentable ser programador en América Latina?
El chileno Ricardo Concha fundó Neomoris Games en septiembre de 2010 con sólo 24 años. Dicho así, parece un temprano triunfo, pero, desde sus inicios hasta hoy, el mundo de los videojuegos no ha sido para él un cuento de hadas.
Este ingeniero civil informático de la Universidad Austral de Chile cuenta que esta pasión empezó en plena educación media cuando aprendió a programar por su cuenta. Así, comenzó esta travesía que, en sus inicios, avanzaba sin obstáculos: ganó concursos, firmó contratos con empresas latinoamericanas y creó Neomoris Games.
Pero la realidad es distinta. En estos últimos años, la tecnología e internet han facilitado el aprendizaje en este rubro. Según Concha, es fácil ingresar debido a que los motores de desarrollo de los videojuegos son sencillos de aprender, tal cual como le ocurrió a él. «Tutoriales hay en todos lados», menciona.
Hay que tener en cuenta que sólo en Android llegan unos 750 juegos diarios para ser aprobados y luego comercializados. Esto demuestra que existe una dura competencia y poder resaltar es aún más difícil. Tanto es así, que Neomoris Games más que enfocarse en la creación propia, atiende pedidos de videojuegos para otras compañías. El promedio son 4 trabajos anuales.
«Los vendemos a US$10 y US$15 cada uno luego de 3 a 6 meses de trabajo, tanto a empresas chilenas como de nivel mundial como coreanas, estadounidenses o alemanas», señala Concha.
Este ingeniero pudo crear su empresa, pero para la gran mayoría la realidad es otra. Rogelio Iturra de 27 años, es egresado de la carrera de Animación Digital y Diseño de Videojuegos de la chilena Universidad del Pacífico. En 2016 llegó a Mindbender Dynamics tras ganar la International Apps de la NASA.
Iturra coincide con Concha. Asegura que la Industria 3.0 y 4.0 ha generado una necesidad de desarrollar aplicaciones que nos hagan la vida más cómoda, y con ello la competencia aumenta. «Hoy hay varios caminos para poder entrar a la industria, desde estudiar Programación hasta Diseño Gráfico, siempre enfocada en el área de la programación».
Estudios universitarios
La carrera que estudió Iturra en la Universidad del Pacífico se creó en 2011 y desde entonces los cupos anuales han llegado a tope. Según el jefe de Animación Digital y Diseño de Videojuegos, Gonzalo Lara, «la evolución del videojuego y animaciones ya lo ha distanciado de ser sólo un producto de ocio, ahora es como herramienta educativa, laboral, publicitaria y otros campos, como el de la salud».
Y justamente hoy, no todos los juegos tienen el único propósito de entretener. En Perú, Victor Casas creó junto a BIM Consulting, un videojuego para que niños con tuberculosis no abandonen sus tratamientos médicos en los centros de salud. Para ello, «Monitu» cuenta con tecnologías emergentes como realidad aumentada y reconocimiento facial que ayuda a registrar las visitas y avances.
Según este joven de 24 años, egresado de Computación e Informática, las oportunidades laborales en el rubro están aumentando en Perú, sobre todo en las empresas.
«Hay un gran interés en adoptar tecnologías para volverse más competitivas, ofrecer nuevos servicios y mejorar sus productos. Para ello, la demanda profesional ha migrado a aquellos que dominen tecnologías como inteligencia artificial, machine learning, realidad aumentada y vitual», señala Victor.
Caso mexicano
En lo que refiere a la realidad mexicana, la creciente industria ha generado la demanda de profesionales altamente capacitados en videojuegos. Esto, debido al surgimiento de empresas locales dedicadas al rubro, además de la llegada de empresas internacionales como Riot Games, compañía creadora del juego «League of Legends» o Gameloft, empresa autora de «The Amazing Spider Man», que han comenzado a abrir oficinas hace sólo unos años.
Según datos de ProMéxico, este país es el sexto exportador de videojuegos, animación y contenido digital a nivel mundial. El Tecnológico de Monterrey cuenta con dos carreras orientadas al rubro: Ingeniero en Sistemas Computacionales y Licenciado en Animación y Arte Digital, esta última creada por la más reciente demanda en la producción de videojuegos a partir de 2014.
Eso sí, Oriam Renan De Gyves, profesor del Departamento de Tecnologías de la Información y Computación del Tecnológico de Monterrey, admite que el rubro aún está en pañales. «La falta de estudios AAA en México hace que sea más complicado para que los alumnos puedan encontrar experiencia laboral en empresas grandes, en el mercado local».
Industria en crecimiento
Según estudios realizados por PwC en 2016, en el mundo se espera un crecimiento anual de 4,8% en la industria de videojuegos, superando los US$ 90 mil millones para el 2020. Esta industria crece mucho más rápido que otras relacionadas al entretenimiento, como por ejemplo la televisión (0,5%), el cine (1,2%) y la música (3,2%). Se ha hablado incluso, que la industria de los videojuegos estaría generando más dinero que las industrias del cine y la música juntas.
Claro está que los videojuegos conforman una industria que se encuentra en su máximo potencial, pero con pleno desarrollo. En el caso de Chile, el rubro está en pañales. Y es que según Rogelio Iturra, «la industria en el país está despegando de a poco y la idea es siempre aportar para generar puestos de trabajo y posicionar a Chile frente al mundo». Y la situación no varía para México y Perú.
¿Profesión rentable?
La evolución de los videojuegos no para, teniendo en cuenta que nuevas tecnologías llegan constantemente a revolucionar el mercado. Ahora, la pregunta es, ¿cuánto gana un programador?, ¿es más conveniente crear una empresa o trabajar en una?
Un diseñador recién titulado con, por lo menos, un juego publicado, puede recibir mensual entre US$ 530 a US$ 680 en empresas de mediano desarrollo. Los mejores pagados serían los programadores o líderes de proyecto de desarrollo de software, cuyo sueldo variaría entre US$ 1.200 y US$ 1.800.
En el caso de quienes son dueños de sus propias empresas, es relativo. Según Ricardo Concha, fundador de Neomoris Games, su ganancia mensual es de mil US$ 500. Por su parte, Victor Casas, como joven desarrollador de aplicaciones Android, su sueldo es de unos US$ 1.000.
Rentable o no, la industria de los videojuegos está en pleno crecimiento. Poco a poco los países latinoamericanos han implementado en sus universidades carreras para incentivar el estudio formal en esta materia. Lo que es seguro, es que ninguno de los entrevistados se arrepiente del camino tomado…