España ha invertido 2.824 millones en dos años para extender la red del AVE
Imprimir más ritmo a las inversiones para extender la red ferroviaria de Alta Velocidad. Es el objetivo que se ha marcado el Ministerio de Fomento y el que ha venido apuntando en los últimos meses el titular de este departamento, el ministro Ãñigo de la Serna, tras años de inversiones ralentizadas. La crisis económica extendió sus efectos a las cuentas públicas y eso limitó la capacidad inversora. Superada la crisis, la necesidad de seguir ajustando el gasto público para cumplir con el déficit ha hecho que, en los dos últimos años, se haya seguido notando la ralentización de las inversiones en infraestructuras, y
el AVE no ha sido excepción. Las obras no han parado, pero sí se han visto frenadas. Aún así, en el último bienio el Ministerio de Fomento ha invertido 2.824 millones de euros en seguir extendiendo la red de Alta Velocidad en España, y avanzar en los corredores que están en construcción, caso de la conexión entre Madrid y Galicia o el AVE hacia el País Vasco.
Pese al volumen de inversión que ha dejado el último bienio, éste ha sido sustancialmente inferior al que se había marcado como objetivo el propio Gobierno. En cómputo global, entre 2015 y 2016 la inversión en obras de Alta Velocidad ha sido de poco más de un tercio de la que se había presupuestado. Así, el grado de ejecución de las partidas de inversión de ADIF Alta Velocidad ââ¬âla empresa pública encargada de las obrasââ¬â ha sido del 38,9% en el último bienio.
Calendario de obras
Esto se ha traducido en un alargamiento de los plazos prometidos para un buen número de conexiones periféricas del AVE ââ¬âcaso de Galicia o el tren de altas prestaciones para Extremaduraââ¬â, y una modesta tasa de ejecución presupuestaria.
Nada más asumir la cartera de Fomento, De la Serna remarcó su voluntad de relanzar la inversión en obra pública y acelerar proyectos del AVE que acumulan importantes demoras. Y, la pasada primavera, el Gobierno lo asumió como compromiso en firme al incluirlo como una de las contrapartidas fijadas en el pacto PP-PNV para sacar adelante los Presupuestos del Estado de 2017.
El problema ha sido doble en los últimos años. En primer lugar, se elaboraron presupuestos austeros en materia de inversiones en infraestructuras; y, en segundo lugar, la ejecución presupuestaria posterior dejó en la cuneta una gran parte del dinero prometido sobre el papel, en aras a cuadrar el gasto público de conjunto y mantenerlo embridado ante los objetivos de déficit. Así, en el bienio 2015-2016, el Gobierno presupuestó un total de 7.268 millones de euros para avanzar en los proyectos de extensión de la red del AVE, pero finalmente invirtió 2.824 millones, según los datos oficiales recopilados por ABC.
Ese desfavorable escenario ha afectado de forma generalizada a todas las regiones que esperan el AVE, pero Galicia y Castilla y León lo han acusado especialmente, por ser los territorios por los que discurre el mayor de los ejes de Alta Velocidad que están actualmente en construcción.
Galicia: 508 millones. Si el Gobierno hubiera cumplido con lo que reflejó en los presupuestos, la sociedad ADIF Alta Velocidad habría realizado invertido en Galicia 1.505 millones de euros entre 2015 y 2016. Sin embargo, la cifra real de inversión fue 33,8%, 508,3 millones de euros. En 2015 se habían anunciado para las obras gallegas del AVE 702,5 millones de euros, pero se dejaron sin ejecutar 422. Y en 2016 el balance todavía fue más discreto, un grado de ejecución de tan solo el 28,7%: se habían presupuestado 802,4 millones de euros, pero se hicieron realidad 230,3 millones.
Castilla y León, al 44%. Castilla y León también ha sufrido el frenazo. Es una autonomía fundamental para la expansión de la red española de Alta Velocidad, porque esta región es la plataforma por la que deben llegar las nuevas líneas a Galicia, a Asturias y al País Vasco.
Entre 2015 y 2016, el Gobierno le asignó a ADIF Alta Velocidad un presupuesto de 1.800 millones para obras en Castilla y León, pero finalmente ejecutó 792,86 millones, un 44%. En esta región, en 2015 el grado de cumplimiento de las inversiones del AVE fue del 56,3%, y en 2016 la tasa se quedó en el 29%, en línea con lo que fue la media de ejecución presupuestaria de ADIF en esta materia el año pasado.
En 2016, menos que en 2015
De forma global, las inversiones estatales en obras de Alta Velocidad se recortaron sustancialmente en 2016, pese a que el Gobierno había presupuestado más dinero que en 2015. Sobre el papel, a ADIF Alta Velocidad se le consignaron en 2015 un total de 3.581,15 millones de euros para obras de infraestructura; sin embargo, aquel año ejecutó obras por un importe de 1.719,5 millones, un 48% de lo que se había presupuestado. El año pasado, el Gobierno elevó la consignación para inversiones de ADIF Alta Velocidad hasta los 3.686,9 millones de euros, 105 millones más de lo que le había asignado en 2015. Sin embargo, la tasa real de ejecución se quedó en el 30%. El resultado es que, en 2016, la inversión efectiva en la red española de Alta Velocidad fue de 1.105 millones de euros, 618 millones menos que en 2015.
En ambas anualidades, esa baja ejecución presupuestaria afectó en mayor grado a aquellas comunidades autónomas en las que se concentran los proyectos de más envergadura para la extensión de la red del AVE. Y en esa lista destaca Galicia, junto a Castilla y León, pero también otras regiones como la Comunidad Valenciana, Andalucía, el País Vasco o Extremadura, entre otras.
Andalucía y Levante, al 35%. En la Comunidad Valenciana se han realizado obras de Alta Velocidad por valor de 280,3 millones de euros en el último bienio, apenas el 35% de lo que se había reflejado en los presupuestos oficiales de ambos ejercicios.
Galicia y Castilla y León han sido las dos regiones que más han sentido la ralentización inversoraPor su parte, en Andalucía el grado de ejecución ha sido del 36,4% en el periodo 2015-2016. Fomento había presupuestado 875,8 millones de euros para ampliar y mejorar la red del AVE en territorio andaluz, pero solo se hicieron realidad 318,5 millones de euros entre los años 2015 y 2016.
El caso del País Vasco. En el País Vasco, el grado de ejecución presupuestaria en obras de Alta Velocidad se quedó en un discreto 27,5%. ADIF Alta Velocidad contó, sobre el papel, con 513,4 millones de euros para afrontar la red vasca del AVE, pero la inversión real se quedó en 141,26 millones entre los dos años.
El pausado ritmo al que han ido transitando los proyectos de la Alta Velocidad en el País Vasco llevaron al PNV a introducir este asunto en su lista prioritaria de exigencias cuando el PP llamó a su puerta para garantizarse la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2017. Hace escasos meses, cuando llegó el momento de negociar el voto de los nacionalistas vascos a los presupuestos de Rajoy, el PNV puso como condición un compromiso firme para acelerar las obras del AVE en esa Comunidad. Y Rajoy lo aceptó.
Extremadura: 129 millones. En el caso de Extremadura, ADIF Alta Velocidad ha cumplido en el último bienio con el 32,1% de las inversiones que tenía presupuestadas en esa región. De 401,48 millones de euros que se habían anotado sobre el papel, se invirtieron en realidad 128,75 millones: 75,27 millones de euros en 2015, con un grado de ejecución presupuestaria del 37,5%; y 53,48 millones en 2016, un 26,6%.
Extremadura espera entrar en la red del AVE
no con una línea de Alta Velocidad propiamente dicha, sino con un corredor ferroviario de altas prestaciones que conecte Badajoz con la capital de España. El objetivo que se ha marcado el Ministerio de Fomento es conseguir que en el año 2019 esté construida la plataforma de ese nuevo corredor de altas prestaciones, y que en el año 2020 se acometa su electrificación.
El BEI, el mayor acreedor de la red española del AVE
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) es el mayor acreedor de la red española del AVE. De los 14.490 millones de euros a que asciende la deuda financiera de la sociedad estatal ADIF Alta Velocidad, 9.907 millones se le deben al BEI. Otros 1.346 millones corresponden a créditos concedidos por otras entidades, entre las que destacan BBVA, Banco Sabadell, Banco Santander y el ICO, según recoge la última memoria anual ADIF Alta Velocidad. Y otros 3.237 millones son pasivos asumidos por dicha sociedad estatal mediante la emisión de obligaciones, instrumento de financiación que empezó a emplear en 2014. ADIF Alta Velocidad ha mantenido estable su endeudamiento financiero entre 2015 y 2016.