El socialismo del siglo XXI favorece el consumo de la lechuga
He de rendirme a la evidencia de tantos y tantos logros obtenidos por la revolución bolivariana, especialmente en materia socioeconómica, aunque no únicamente en ella. Por ejemplo, el socialismo del siglo XXI favorece el consumo de la lechuga. Es evidente que, en la construcción de un hombre nuevo, de un revolucionario integral, la dieta es un factor fundamental.
Frente a la alimentación imperialista, nada como las verduras, directamente nacidas de la Pachamama. Y entre ellas, las favoritas del pueblo bolivariano son las lechugas. Hay un fuerte mercado, sumamente participativo y popular, alrededor de tres variedades de lechuga, la americana, la europea y la colombiana (todo una muestra de sano internacionalismo). Los precios se están disparando y surgen webs para que los interesados en las mismas puedan comerciar con ellas, como por ejemplo TuCadivi, donde informan puntualmente de su cotización.
Por cierto, que en TuCadivi desmienten esa patraña antirrevolucionaria que sostienen que las referencias a las lechugas americana, europea y colombiana lo son realmente al dólar estadounidense, al euro y al peso colombiano, reflejando los tipos de cambio reales en los mercados paralelos al oficial, con tipos de cambio mucho más socialistas, es decir, reducidos. ¿Cómo va a ser eso posible si hay una norma que prohibe expresamente hablar del tipo de cambio no oficial al tratarse de rumores imperialistas que buscan desanimar a la vanguardia revolucionaria del Cono Sur?…