El deteriorado estado de las finanzas en Estados Unidos
Hace unos días la Reserva Federal de Nueva York dió a conocer el siguiente dato: más de siete millones de personas son morosas (más de 90 días de retraso de pago) en sus deudas de autos. Es el nivel más alto desde la posrecesión y esa revelación se ganó el mérito de llegar a los titulares de buena parte de los periódicos del país.
Pero la situación de la deuda en los hogares tiene más frentes qué mirar con preocupación.
Según el mismo informe, la deuda total de los hogares se incrementó un 0.2% en el último trimestre de 2018. Ese porcentaje equivale a $32,000 millones más que dejan la cifra total de lo que deben los ciudadanos y residentes en EE UU a $13,540 billones de dólares (trillions en inglés).
Con semejantes cifras es difícil tener perspectiva. ¿Es mucho o lo normal?
Valore con estos datos que ofrece este banco de la Reserva Federal. Es el 18 trimestre consecutivo que se eleva el nivel de deuda y por otro lado se deben $869,000 millones más que en el tercer trimestre de 2008, el año de la Gran Recesión.
Las deudas son necesarias pero pueden ser una trampa si no se pueden pagar. En estos momentos, la economía de EEUU está fuerte, el desempleo bajo y los salarios están subiendo lentamente lo cual es un buen escenario. Pero, ¿tanto como para seguir acumulando deuda?
Porque, el problema es que además de subir la cuenta de lo que se debe se está teniendo el reflejo a correr al lado contrario en una de las fuentes de deuda más persistentes (aunque no la más elevada si se compara con los préstamos de estudiantes y la deuda hipotecaria).
Eso es lo que apuntan las cifras de Bankrate, el 29% de los americanos tienen más deuda en la tarjeta de crédito que dinero en la cuenta de emergencias, el mayor porcentaje en nueve años. Un 18% no tiene deuda en sus tarjetas, pero tampoco ahorros para gastos extraordinarios o no presupuestados.
El 40% que tiene ahorros para emergecias no puede quedarse demasiado tranquilo porque esa red de seguridad es corta. Apenas tienen más de $1,000.
Y aunque un 41% de los americanos están enfocados en reducir su deuda hay “una notable caída desde el año pasado entre los que están centrados a subir sus ahorros de emergencia, del 53% al 43%”. Desde Bankrate se apunta a que esto es un gran error máxime si hay una desaceleración del crecimiento o una recesión. Lo primero es un escenario que contemplan muchos analistas e instituciones de estudios económicos y un colchón financiero ayuda en momentos de dificultad.
“El rápido deterioro en la relación entre deuda de tarjetas de crédito y ahorros de emergencias es un indicador abominable de la salud financiera de los hogares americanos”, explica en un comunicado Greg McBride, analista financiero jefe de Bankrate.
“Los consumidores deben aprovechar la oportunidad, ahora que el desempleo es bajo y los salarios están subiendo, para cambiar esa relación. Dejar de elevar la deuda, rebajarla cuando sea de alto costo como es la de las tarjetas y ahorrando para emergencias”, dice Greg McBride.
A la hora de valorar cómo hacerlo el consejo que dan todos los analistas financieros es no solo repensar los gastos a crédito y arrinconarlos si se acumulan balances, sino también dar prioridad a la rebaja de la deuda. Porque las tasas de interés han subido ya mucho y sale muy caro deber el dinero al emisor.
En este sentido no solo es importante pagar sino buscar la manera de hacerlo con una determinada planificación y de la manera más barata posible, con una transferencia de balance a una tarjeta al 0% (las hay durante un determinado periodo de tiempo) o un préstamo personal, que suelen tener tasas de interés más bajas que las del dinero de plástico.