¿Cuánto cuesta un coche en realidad?
En otra ocasión hablamos de los impuestos al automóvil para iniciarnos en el arte de encontrar la cantidad de impuestos que gravan el coche en el momento de su compra. Hoy día es complicado responder a la pregunta de ¿cuánto cuesta un coche? ya que el precio está lleno de componentes.
Lo primero de todo es tener en cuenta el precio sin impuestos y el precio con impuestos. El fabricante nos cobra el PFF (precio franco fábrica) y el transporte (de fábrica a concesionario), el resto son impuestos: impuesto de matriculación (0-14,75%) y el IVA (16% hasta el 30 de junio, 18% en adelante).
Os recuerdo a todos que, en principio, todos los coches a partir de julio subirán un 2% de precio, a menos que el concesionario o el fabricante decidan unilateralmente asumir la subida, reduciendo el PFF para que el precio final al cliente sea el mismo de antes, depende de la marca.
Una vez que tenemos el PVP (PFF + transporte + impuestos), la cosa puede complicarse un poco. Si cargamos el coche de extras, este componente de precio se añade al PFF, luego son sensibles a impuestos. Es decir, por ejemplo el climatizador es más caro en un gasolina que en un diesel por la diferencia del IM.
Por otro lado tenemos las promociones. Los concesionarios hacen descuentos oficiales, cantidades que las marcas piden descontar al PVP. Por ejemplo, el modelo X tiene una campaña promocional en la que el precio se reduce en 2.000 euros. Esa rebaja afecta al PVP para simplificar las cosas.
El PVP no es el precio real, tenemos que contar siempre las promociones, que cambian de mes a mes (o se renuevan, pero suelen durar un mes) para saber el precio que vamos a desembolsar. El concesionario puede aumentar ese descuento si quiere, por ejemplo a un cliente fiel a la marca que haya comprado antes ahí.
Hay marcas con promociones más agresivas que otra, en más de una hemos llegado a ver descuentos de 8.000 euros. No hay que cegarse con eso, lo que cuenta es en qué precio se queda el coche finalmente, o puede que nos la den con queso. Un coche con 8.000 euros de descuento puede ser más caro que otro al que âsoloâ le quitan 1.000 euros.
Hay otro aspecto a tratar, y es el de las subvenciones. Algunos modelos están amparados con una ayuda, por funcionar con combustible alternativo, por ser híbrido o por ser eléctrico. Como las subvenciones suelen estar transferidas a las CCAA, son ellas las que ponen las condiciones y la cuantía de la ayuda.
Por ejemplo, en Andalucía te pueden dar 3.000 euros de ayuda para un coche híbrido. Normalmente ese dinero no se cobra instantáneamente, así que no hay que asociarlo al precio final que pagamos en un primer momento, pero sí a la hora de valorar cuánto nos cuesta un coche.
Si nos metemos en financiación, el coche nos va a salir más caro, porque pagaremos comisiones de apertura/estudio más los intereses, y eso depende del importe que financiamos y del tipo de interés que se nos aplique. Por muy cómoda que pueda ser una financiación, lo más barato es pagar âa tocatejaâ.
Hay que recordar que la publicidad tiene mucha trampa, especialmente en las financiaciones, poniéndonos los dientes largos con cuotas comodísimas de pagar. Si la cuota es muy cómoda, entonces el plazo inicial y/o final, serán considerables. Es lógico, en realidad, financiamos menos importe, la cuota se relaja.
Cuando compares precios, quédate con los que te den en el concesionario, así sabrás todas las promociones a las que tienes derecho. En un configurador o cualquier página de Internet, incluyendo las del propio fabricante, podemos estar viendo precios sin promoción. Lo que va a misa es lo que ofrecen en el concesionario.
Y ojo, que ese descuento puede ser diferente en otro concesionario, dentro de la misma marca podemos encontrar diferencias de precios, dependiendo de lo apurado que vaya el concesionario en cuestión por llegar a objetivos de venta o de la zona en la que nos movamos. Lo de siempre: busque, compare, y si encuentra algo mejorâ¦
Sin calculadora no se puede comprar un coche hoy día…