Argentina y su karma de la inflación
esde 1810 hasta 1944 la inflación promedio de Argentina no superó el 3% anual. Es decir, vivió más de un siglo sin inflación. En 1946 se nacionaliza el Banco Central (BCRA) y al prender la maquinita, la inflación anual salta a no menos de dos dígitos hasta la fecha, salvo contados episodios. Argentina lleva más de siete décadas sufriendo el karma de inflación.
El mundo ya superó este flagelo. Tras la caída del muro (1989) y el desarme del socialismo, los países emergentes también le fueron ganando a la inflación, superando un problema que quedó en el siglo pasado, menos para un puñado de países.
Solo cuatro países tienen inflación más alta que Argentina: Venezuela, Irán, Sudán y Sudán del Sur. Venezuela colapsa en dictadura y socialismo, el régimen de Irán este año arrancó a manipular el índice de precios (13% último dato oficial, 250% estimaciones privadas), Sudán y Sudán del Sur vienen de una guerra civil que quebró el país en dos. A esta lista que tiene socialismo, dictadura, regímenes autoritarios y guerras civiles le sigue Argentina.
El origen de la inflación en Argentina y en el mundo es siempre el mismo: darle a la maquinita. Solo la emisión de dinero genera inflación, lo que es multicausal son las excusas para emitir. El resto de los factores que supuestamente generan inflación en el imaginario argentino son simples canales de propagación: el dólar, el salario, el supermercado, la carne, la merluza o el tomate no generan inflación, como tampoco genera fiebre el termómetro. Los 13 ceros que se le sumaron al peso en los últimos 75 años se explican exclusivamente por la monetización del déficit fiscal, nuestra excusa favorita para darle a la maquinita…